(Otro artículo más sobre) el iPhone
Hace una semana se presentó en la keynote del Macworld 2007 el nuevo «invento» de Apple. El iPhone era un secreto a voces desde hacía meses en los círculos de aficionados a la compañía de la manzana. El público que asistió a la keynote con el maestro de ceremonias Steve Jobs enloqueció al ver las virtudes del aparato. Pero no sé por qué, el iPhone no me sorprendió tanto como se suponía.
Indudablemente, el diseño del iPhone es uno de sus puntos fuertes, pero siendo Apple esperaba algo diferente, más ingenioso. La pantalla táctil multipunto está bien, pero me resisto a creer que en un teléfono sea tan práctico como se dice. En cuanto al tamaño, creo que es correcto, aunque si se busca diferenciarse con el resto de smart phones que hay en el mercado, las dimensiones (junto con el peso) es uno de los parámetros más importantes si queremos llevarlo a todas partes. Por último, la superficie que cubre la pantalla tiene aspecto de rayarse sólo con mirarla, mucho más cuando tenemos que tocarla constantemente.
Me parece increíble que un teléfono de alta gama de hoy día no tenga 3G. El iPhone no lo tiene. En cambio sí tiene capacidad wifi, cosa que no tienen muchos teléfonos. La cámara fotográfica que incorpora es de 2 Mpx, algo escaso (la de mi móvil tiene 2 Mpx y no es nada del otro mundo). No tengo datos sobre la duración de la batería, pero por las fotos que he visto no parece muy sencillo retirarla.
El interfaz del iPhone es realmente espectacular. Viniendo de Apple, esto no es nada sorprendente. Es algo que se da por hecho. La función iPod puede ser muy útil, aunque no pienso lo mismo del llamado ‘Internet Communicator’, un Safari especial para navegar por internet y que en la demostración en la keynote no me pareció demasiado práctico. La incorporación de Google Maps no me parece más que un añadido anecdótico. Útil, pero un añadido. Se echa de menos un pequeño Office al estilo del que lleva Windows Mobile en las PDA.
No tengo ni idea de cómo se puede comportar el mercado con el iPhone, aunque supongo que no será un bombazo al estilo del iPod. Mucho más pensando que se trata de un aparato que en Europa costará en torno a los 400 o 500 euros. De lo que sí estoy seguro es que será un punto de partida para una nueva generación de aparatos de comunicación integral. El iPhone servirá para «inspirar» a otras compañías, tomarán buena nota y corregirán sus fallos.