‘Time’, amor y cirugía
El exitoso y admirado cineasta surcoreano Kim Ki-Duk dirigió en 2006 ‘Time’. Lo que se nos presenta en esta película es una nueva fábula sobre el mundo contemporáneo, trasladado a uno de sus clásicos microcosmos, quizás menos microcosmos que en otras ocasiones (recordemos el templo de ‘Primavera, Verano, Otoño, Invierno… y Primavera’, el domicilio de un rico empresario en ‘Hierro-3’ o el barco pesquero en ‘El Arco’) ya que esta vez la acción transcurre en una gran ciudad.
Kim Ki-Duk, poético y desgarrador a partes iguales, denuncia la homogeneización de la sociedad, de los habitantes de las grandes urbes, la complejidad del mundo moderno y, una vez más, de las relaciones de pareja. A todo esto hay que unirle otra de las obsesiones de Ki-Duk: el paso del tiempo y la influencia que ejerce sobre los protagonistas de sus películas. Y todavía hay un ingrediente más: la tecnología, y cómo distorsiona el natural discurrir de la naturaleza, representado por el poder de la cirugía estética.
See-hee y Ji-woo son una joven pareja. Ante la perspectiva de que él la abandone por otra, decide someterse a una operación de cirugía para cambiarse el rostro y conseguir romper con la monotonía. Pero a él le costará aceptarla…
¿La apariencia física influye en nuestra personalidad, forma parte de ella? ¿Recoceríamos a alguien tras cambiar su aspecto? Como en un moderno teatro de máscaras, los protagonistas son ellos mismos y quienes fueron en el pasado, una pesada losa que tendrán que arrastrar siempre. Aún habiendo roto todas las fotografías, el pasado es lo que nos queda, y eso no hay bisturí que pueda solucionarlo.