Las marcas son relativas
El coche es, para bien o para mal, uno de los iconos culturales de nuestro tiempo. Y como tal es objeto de culto, de coleccionismo y también de curiosidades. Estos días, buscando información sobre el mercado del automóvil a lo largo del mundo confirmé algo que, en realidad, ya sabía: que los grandes conglomerados de la industria de la automoción utiliza indistintamente sus marcas dependiendo del país o del continente. Para ser más concretos: la imagen (o el concepto) que tenemos aquí de, por ejemplo, Chevrolet no es la misma que la que se puede tener en América Latina. Y Opel, aquí una marca de sobrada confianza y calidad, no existe como tal en Norteamérica o en Oceanía. General Motors es, por la cantidad de marcas que reúne, la que más variedad y más variaciones curiosas y chocantes produce, pero no la única.
Este tema no nos es del todo ajeno. Recordamos como durante muchos años, la marca italiana Fiat comercializaba en España sus coches bajo el emblema de Seat. A su vez, hasta hace muy poco tiempo, los modelos de Seat de la penúltima hornada se vendían en Centroamérica y Sudamérica como Volkswagen. Y quién no ha visto un Opel británico que no es Opel, sino Vauxhall. En el mundo de la economía global las marcas es algo relativo. Veamos algunos ejemplos.
General Motors vende automóviles en los cinco continentes y lo forman dieciséis marcas (Buick, Cadillac, Chevrolet, Daewoo, DuPont, EV-1, GMC, Holden, Hummer, Isuzu, Oldsmobile, Opel, Pontiac, Saab, Saturn, Suzuki y Vauxhall). Escojamos un modelo emblemático de la marca Opel en España: el Opel Astra. En el resto del mundo, el Astra se comercializa bajo cinco marcas diferentes. La denominación que se usa en España es la misma para el resto de Europa, Asia y África. En América Latina este modelo es conocido como Chevrolet Vectra (sí, Vectra), En Estados Unidos y Canadá como Saturn Astra, Holden Astra en Australia y Nueva Zelanda y, por supuesto, Vauxhall Astra en Reino Unido. Saliendo del gigante GM, Renault comercializa en India el Dacia Logan bajo la marca matriz (Renault Logan). En Estados Unidos el Volkswagen Golf no es Golf, sino Rabbit. Las versiones más deportivas del modelo se llaman GTI y GLI sin más. Así podríamos estar casi hasta el infinito, porque las variaciones posibles son múltiples y algunas muy chocantes, como el pickup deportivo que se vende en Australia sobre la base del viejo Opel Astra y que allí llaman Holden Ute. Curioso, ¿no?