Canon EOS 550D: Primeras impresiones
Llevo apenas 24 horas probando mi nueva cámara y ya estoy en disposición de comentar al menos las primeras impresiones. Tras tres años con mi Nikon D40, de la que estoy muy contento, me he pasado al otro lado. La elegida ha sido la Canon EOS 550D, con características muy superiores (lógicamente) a la D40. A saber: sensor de 18 megapíxeles, idéntico al de la 7D, grabación de vídeo a 1080p y 24, 25 o 30 fotogramas, controles manuales en modo vídeo, etc. En cuanto al objetivo, elegí el popular Tamron 18-270mm.
Nada más cogerla, la primera idea que se me pasó por la mente es que los acabados de Canon (al menos en la gama media) son peores que en mi antigua Nikon. Los materiales dan la sensación de ser de peor calidad y algunos elementos parecen «desajustados». Sobre todo me refiero al botón de disparo y al dial, que me han resultado algo endebles. No cabe duda de que sólo era una sensación. En cuanto la puse en marcha y comencé a hacer fotos con ella cambié de opinión y se me olvidó todo lo demás. La EOS 550D le da veinte mil vueltas a la Nikon D40, sobre todo en cuanto a rapidez de funcionamiento. Todos los controles responden de forma inmediata y la sensación general es la de estar ante una máquina muy rápida y muy potente en todos los sentidos. El sonido de disparo es muy diferente al de la Nikon, y (aunque esto parezca una tontería) da sensación de calidad. El disparo en ráfaga también resulta muy rápido.
Otra cosa que me ha gustado bastante de la 550D ha sido la cantidad de botones de acceso directo a funciones que tiene. A pesar de llevar poco tiempo con ella, ya me he hecho con prácticamente todos los controles manuales posibles (apertura, velocidad, sensibilidad ISO, enfoque, etc) gracias a un sistema muy intuitivo que ha conseguido que no haya consultado ni una sola vez el manual. Se accede a cualquier parámetro de forma inmediata y cómoda. Mucho mejor que con mi Nikon. El tema del vídeo merece un capítulo aparte. Yo, que vengo de la Toshiba Camileo S10, acostumbrado a tener todos los controles automáticos, cuesta un poco hacerse con ella en modo manual. El enfoque automático es prácticamente inutilizable, por lo que, o bien se usa el modo manual o bien el viejo truco del «enfoque al infinito» y usando aperturas máximas de diafragma. En cuanto a la calidad, en general es excepcionalmente buena si se usan los parámetros adecuados. Aún no he podido ver los vídeos en un televisor, pero en el ordenador son impresionantes.
En definitiva, y como primera conclusión (a lo mejor precipitada) tengo que decir varias cosas: En cuanto a calidad de materiales y construcción gana Nikon, pero en funcionamiento, ergonomía, usabilidad y mecánica Canon triunfa de lejos.