Charles Clifford y las primeras fotografías de Zamora
Esta fotografía que véis arriba podría ser una imagen antigua cualquiera de una Zamora ya lejana en el tiempo, prácticamente irreconocible, mucho antes de la reforma de principios del siglo XX que derribaría las torres del puente de piedra. El río crecido indica primavera u otoño, aunque por la ligera niebla quizás sea finales de otoño, otoño de 1854. Se trata posiblemente de la imagen de Zamora más antigua, tomada cuando el invento (milagro o secreto para mucha gente de entonces) de la fotografía estaba reservado a unas pocas y expertas manos hábiles, normalmente franceses o británicos, y requería un instrumental caro, frágil y difícil de transportar.
Era la época del romanticismo. Muchos foráneos desembarcaron en España con el ideal de la aventura, del viaje por el viaje, y de adentrarse en una cultura y unas gentes a menudo idealizadas. Tales fueron los casos de Jean Laurent o del que nos ocupa, el galés Charles Clifford. Clifford se estableció en Madrid hacia 1850 como fotógrafo de estudio. Pero desde esos primeros años y hasta su muerte en 1863 se dedicó a fotografiar diferentes lugares de España. Al contrario de su contemporáneo Laurent, Clifford se dedicó en estos periplos a retratar principalmente paisajes y detalles de monumentos en vez de personajes.
Poco o nada se sabe de su visita a Zamora, cargado con todo su instrumental, imagino que en un carruaje, aquel año de 1854. Es posible que en algún archivo olvidado aún quede constancia de esta presencia sorprendente que, por añadidura, era extranjero, lo que le daría sin duda un aura extra de exotismo. En ese viaje, según cuenta Francisco Alonso Martínez en su libro «Daguerrotipistas, Calotipistas y su Imagen de la España del Siglo XIX», recorrió, además de Zamora, lugares como Valladolid, Medina del Campo, Benavente y Oviedo. Aparte de la imagen que encabeza este artículo, el fotógrafo tomó imágenes también del pórtico de la iglesia de la Magdalena y de la Puerta del Obispo de la Catedral. Precisamente el positivo original de esta última fotografía fue subastada en 2003 por la casa Christie’s de Londres y adjudicada por 1793 libras (2015 euros).
En aquellos años, Clifford era un personaje relativamente popular, sobre todo por haber sido nombrado como fotógrafo oficial de la reina Isabel II. En las publicaciones de la época he encontrado alguna referencia suya y a sus viajes, como esta de la revista El Museo Universal (un curioso Muy Interesante de la época con reportajes sobre física o sobre Egipto) del 30 de julio de 1858:
[…] La incansable perseverancia del señor Clifford ha dado a conocer a toda Europa la riqueza monumental de nuestro país, que ha recorrido casi enteramente, habiendo copiado más de ochocientos monumentos notables. Poco antes de la partida de la corte puso el señor Clifford en manos de la reina una magnífica colección de las vistas que ha sacado en su último viaje a las provincias de Extremadura y Toledo. […]