¿Qué televisión pública queremos?
En estos últimos meses he observado con atención los esfuerzos del Gobierno por reformar la televisión y la radio públicas. Se pretende que sea totalmente independiente y que no sea regida por cargos políticos, sino puramente administrativos. Ignoro si se conseguirá, pero la intención parece buena.
A partir de la aprobación del nuevo modelo, el Estado asumirá la deuda multimillonaria que actualmente arrastra el Ente. Después se pretende aplicar una financiación mixta privada (publicidad) y otra pública (subvención, impuestos) e impedir que vuelva a endeudarse. Pero si queremos seguir el modelo británico de la BBC que tanto han alabado unos y otros, los ciudadanos tendríamos que rascarnos el bolsillo. La calidad cuesta dinero.
La televisión pública británica aplica un canon o impuesto especial a los telespectadores para su mantenimiento. La pregunta que me hago es: ¿estamos dispuestos los españoles a pagar un impuesto extra para el sustento de los medios públicos? Visto lo visto, desgraciadamente me temo que no.