James Randi, el escéptico recalcitrante
Este antiguo ilusionista tiene muchos seguidores. Muchísimos, sobre todo por internet. Muchos aprendices de científicos con mente bastante cerrada le siguen y le hacen el juego. Desde su web, Randi pontifica sobre lo que no conoce. No precisamente desde la actitud de la duda (posición lógica de todo buen científico), sino de la crítica feroz ante cualquier fenómeno que la ciencia no puede explicar. En vez de reconocer las limitaciones del método científico para demostrar algunos hechos, se dedica a descalificar y a retar, como si de un duelo se tratase, a todo aquel que pueda demostrar sus poderes. Un millón de dólares están en juego y Randi no está dispuesto a perderlos. Ese es el problema.
Para ser justos, hay que decir que también ha descubierto numerosos fraudes que suponían un lucro para sus perpetradores. El desenmascarador de fraudes tal vez sea su faceta más interesante, y desde ese punto de vista, el valor de Randi es indudable. Pero cuando por sistema se niegan todos los fenómenos paranormales es que algo falla.
Mi postura sigue siendo la misma: partir de una posición neutra, partir desde la duda. No creo en los crédulos ni en los escépticos.