Podcasting en castellano
Según la Wikipedia:
El podcasting consiste en crear archivos de sonido (generalmente en mp3 u ogg) y distribuirlos mediante un archivo RSS de manera que permita suscribirse y usar un programa que lo descargue para que el usuario lo escuche en el momento que quiera, generalmente en un reproductor portátil.
Un podcast se asemeja a una suscripción a una revista hablada en la que recibimos los programas a través de Internet.
Su contenido es diverso, pero suele ser un weblogger hablando sobre diversos temas. Esta es la definición base. Ahora bien, puede ser ampliada de diferentes maneras. Hay podcasts sobre diversos temas, sobre todo tecnológicos. Alguna gente prefiere usar un guión y otros hablan a capella y de forma improvisada. Algunos parecen un programa de radio, intercalando música, mientras que otros hacen podcasts más cortos y exclusivamente con voz, igual que con los weblogs.
Desde que explotó la moda de los ‘podcasts’ a principios de año, los internautas y especialmente bloggers en castellano han ido mejorando y especializando sus grabaciones. Algunos, como ‘Comunicando‘ han llegado a un nivel casi profesional. Sin duda es mi favorito. Otros lo han usado para experimentar con nuevos formatos, o como una simple extensión sonora de su bitácora (Pjorge o Minid).
De momento la temática no es muy amplia. Siempre suele ser tecnológica y un tanto geek. Aunque claro, hay excepciones, como el podcast sobre cocina ‘Guisando‘, donde en cada edición se muestran varias recetas que el oyente puede realizar.
Las ventajas de este nuevo método de transmisión de información son la facilidad que hoy día proporciona la informática para producir y grabar un podcast. Cualquier ordenador en la actualidad está preparado. También la riqueza que proporciona el sonido y la portabilidad, de forma que no hay que estar delante del ordenador para poder escucharlo ni mirar a la pantalla.
Pero también tiene inconvenientes que seguramente serán solventados a medida que los podcasters aumenten en número. El primero es sin duda el tamaño de los archivos generados. Un podcast en mp3 comprimido a 128 Kb que dure una hora ocupará unos 60 Mb aproximadamente. No todos los aficionados tienen la capacidad (y el dinero) como para pagar un alojamiento que admita varios archivos de este tipo y el tráfico que generan. Ya se están presentando algunas propuestas de alojamiento gratuito de podcasts, pero aún queda mucho por hacer.
Para los que quieran ponerse a escuchar ya un podcast aquí están los dos directorios principales en castellano:
En cuanto al software necesario, si queremos estar permanente sincronizados y que el podcast se descargue en el momento en que esté disponible una nueva edición, necesitamos aplicaciones como iPodder o el mismo iTunes. Constantemente aparecen nuevos programas que permiten estas suscripciones. La otra forma de obtenerlos es (como hago yo) descargarlos directamente desde sus páginas web, de modo que seleccionamos las ediciones que queremos descargar.