Internet y sensacionalismo
Aprovechando que el 25 de octubre se celebrará el Día de Internet, voy a comentar algo de lo que hacía tiempo que tenía ganas de contar.
Desde que internet comenzó a salir a la luz en España se nos ha alertado desde distintos medios de comunicación, principalmente la televisión, sobre los peligros y vicios de internet. Siempre el lado oscuro, que es lo que vende. El tremendismo con el que algunos programas «de investigación» han despachado la red de redes se ha convertido ya en algo normal.
Temas como la pornografía infantil, los robos de números de tarjetas de crédito por parte de ‘hackers‘ (que no son ‘hackers’, sino ‘crackers‘), virus maléficos que nos destruyen el ordenador y nos espían y otros forman una imagen de internet claramente distorsionada.
Es totalmente cierto que todas esas cosas existen de una forma u otra. Negarlo sería ir contra la evidencia. Pero también es cierto que magnificarlas no puede conducir a nada bueno.
España no es un país precisamente desarrollado en la tecnología de la información. Este ‘analfabetismo tecnológico’ es el caldo de cultivo ideal para que estas ideas de un internet peligroso calen hondo.
Yo, como usuario diario de internet desde hace por lo menos seis años, jamás he tenido ni un sólo problema con todo eso que se pregona. Sólo hay que aplicar el sentido común y tener un mínimo de experiencia para no ‘picar’ en las burdas trampas que nos pueden tender.