Temo las obras
Cada vez que se abre una nueva obra urbana en Zamora es para echarse a temblar. Ya ocurrió y ocurre con las obras de rehabilitación del barrio de La Horta, que se están alargando demasiado y está acabando con la paciencia de los vecinos de la zona.
Ahora se ha abierto la calle Santa Clara para renovar el pavimento. Las obras llevan ya algo más de una semana. La promesa del ayuntamiento es terminarlas antes de Semana Santa. Aún queda bastante tiempo para que llegue, pero veremos si se cumple, porque ya corren las noticias sobre el retraso en la ejecución de la obra. De momento, lo que el simple peatón como yo ve son las pasarelas metálicas por donde tenemos que cruzar para ir al otro lado de la calle o los estrechos pasillos que dejan entre las vallas y la pared. Esto supone una molestia tolerable si no se alarga demasiado.
Otro cantar será el resultado de los trabajos. Todos tenemos en mente las chapuzas de la calle San Torcuato, con sus ya populares «vaguadas» y zonas hundidas y la del parque de La Marina, ejecutada tal vez con materiales poco adecuados para ese fin. Poco más de diez años después de su inauguración, muchas de las losas de mármol gris (bastante feas incluso cuando estaban nuevas) se han roto, igual que las del pavimento.