Consecuencias lamentables
No lo vi en directo, pero me quedé pasmado cuando he visto el vídeo en el que Ana Blanco, presentadora de la primera edición del Telediario, ha tenido que interrumpir, eso sí, sin inmutarse, el normal transcurrir del informativo. Finalmente el espacio sólo ha durado quince minutos. El motivo fueron las protestas, claramente audibles en el plató, de los trabajadores del Ente Público. Hoy día 5 de abril estaba convocada la huelga provocada por el plan de «saneamiento» de RTVE. Según parece, el seguimiento de la huelga ha sido masiva, superior al 60%.
Hace unos días me hacía eco por aquí del anuncio que el comité de empresa de Radiotelevisión Española hizo. También di mi apoyo a los trabajadores. Esas imágenes tan lamentables del Telediario interrumpido son la cumbre, el clímax de una historia anunciada desde hace mucho tiempo. Como dije, los trabajadores son las víctimas de más de quince años de derroches y malas gestiones. A día de hoy la deuda del Ente supera ampliamente los 7000 millones de euros.
Pero ahora, para evitar que la gangrena se extienda, hay que amputar. El remedio es drástico, pero cualquier otra medida supondría el fin de la radio y la televisión pública española. Esperemos que a partir de ahora impere el sentido común, la racionalidad y tengamos, de una vez por todas, la televisión pública que queremos y deseamos.