Recuperación de la Memoria Histórica
Esta semana, el Congreso de los Diputados ha aprobado una proposición de Izquierda Unida para que el año 2006 sea declarado como el año para la recuperación de la Memoria Histórica. Esta proposición coincide con el 75º aniversario de la proclamación de la II República y los 70 años del golpe de Estado de Franco que acabó con ella.
Existen muchas asociaciones que trabajan en silencio por el esclarecimiento de los hechos tapados durante decádas y escribir las lagunas que aún quedan en la historia de la guerra civil española y de la posguerra. La más visible es la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. Estas asociaciones indagan en hemerotecas y realizan una tarea detectivesca para que muchos de los fusilados del bando republicano y sobre los que no sólo cayó tierra, sino el silencio complice de vecinos y autoridades. Durante más de cuarenta años, los caídos del bando sublevado han recibido todo tipo de honores y sus familiares ayudas. Ahora, una vez superadas todas esas diferencias, es el momento de reivindicar a todos aquellos que murieron por la defensa del orden legal y de la democracia.
Al hilo de este tema, me enteré de la existencia de un documental coproducido por el Channel 4 británico y dirigido por Christina María Hardt, una norteamericana de origen español, cuyo abuelo fue fusilado en 1948 por la Guardia Civil tras ser delatado por vecinos del pueblo leonés de El Valle, donde vivía antes de escapar al monte. ‘Muerte en El Valle’ es la crónica de toda esta investigación, del reencuentro de la protagonista con sus raíces, con sus ancestros. Y también, por qué no decirlo, con el rencor y la indiferencia, tal y como se cuenta en la interesantísima web del documental:
La gente del pueblo que había prometido ayudarme un día, parecían no conocerme el siguiente. Pero esto no impidió que otros hablaran. A través de cuchicheos y burlas me di cuenta de que el viejo odio seguía vivito y coleando, y que casi todo el pueblo culpaba a dos primos de mi abuela – Donato y Rosario – por la muerte de Francisco. Donato había muerto hacia unos años y Rosario ya no vivía en España. Lo único que me quedaba era intentar encontrarla. Entonces me tropecé con un viejo expediente que mencionaba el nombre de los guardias que había fusilado a mi abuelo. Uno seguía en vida. Tenía que verle cara a cara.