Más cemento en Zamora
Hubo un tiempo en que en Zamora existían plazas y parques con césped, con árboles que refrescaban el ambiente y daban sombra. Pero esto fue hace ya mucho. La reforma del parque de La Marina (1991-1995) fue el principio de fin de los amplios espacios verdes y el comienzo de las explanadas de losetas y cemento, de rampas y granito brillante. Un aunténtico horno en verano, que ni los más aventureros se atreven a cruzar. La Marina se ha convertido desde entonces en una campa multiusos que tan pronto sirve como «rockódromo», como pequeño campo de deportes o como feria de muestras.
Con la remodelación del eje de Santa Clara, incluídas todas sus plazas, de nuevo planea el «fantasma de las explanadas». El primer exponente que ya es visible es la plaza de Castilla y León (popularmente conocida como «plaza de Hacienda» por estar allí la delegación de la Agencia Tributaria). Han eliminado el césped que cubría casi por completo su extensión y han quitado los dos sauces grandes que había para «plantar» en su lugar una hilera de postes metálicos a saber para qué. En el área en el que no hay cemento se ha instalado un parque infantil con columpios, balancines y ese tipo de artilugios. ¿Qué pinta en pleno centro comercial y financiero de la ciudad, cuando a pocos metros, en la tranquila plaza del Cuartel Viejo hay uno bastante bonito instalado hace dos años?
Si seguimos caminando por el nuevo pavimento gris y ya sucio (aunque haya llovido) nos encontramos con más obras. En este caso son las de la plaza de Fernández Duro, donde ya tiemblan dos palmeras y otros vegetales ante la inminente reforma…