Vergüenza internacional
Estamos asistiendo en estos últimos días a una escalada en el conflicto de oriente próximo. Hostilidades que ya creíamos extinguidas y nombres de ciudades, como Beirut, que hacía décadas que ningún locutor de noticias había vuelto a pronunciar. El fantasma de una guerra abierta en torno a Israel retorna con mucha fuerza.
El secuestro de varios soldados israelíes ha provocado que el ejército hebreo haya comenzado un ataque desproporcionado contra el Líbano. Desde este país se ha contraatacada lanzando misiles sobre ciudades del norte de Israel, como Haifa.
Para mi, lo peor de todo es la inoperancia de los organismos internacionales. En la ONU esta tarde se ha escenificado la ruptura entre los Estados Unidos, aliados inquebrantables de Israel y uno de los garantes de que el país hebreo aún exista y los países árabes. De nuevo el veto del país norteamericano ha impedido que la ONU apruebe una resolución de condena de los ataques a civiles en los suburbios de Beirut y lugares cercanos a la frontera.
El conflicto quizás «sólo» se quede en una masacre entre vecinos, pero si Irán o Siria deciden intervenir en escena el tema se va a complicar bastante.