Vuelta de tuerca
Hoy nos hemos levantado con un nuevo comunicado de la banda terrorista ETA en la que cambian el tono «amable» (si es que este adjetivo puede aplicarse a quienes han asesinado) por otro más duro. Advierten a las fuerzas políticas, en especial el Gobierno, que deben de dejar de acosar a la izquierda abertzale y a su entorno. La dialéctica utilizada es la habitual: mezcla de poderes ejecutivo, legislativo y judicial (algo que por otra parte ya había hecho el PP en otras ocasiones) y anuncio de posibles «toma de medidas» que desde luego no suenan nada bien.
Pero si miramos más allá de las palabras nos damos cuenta de que estamos ante un comunicado quizás para consumo interno de sus bases y que no supone más que retórica vacía a efectos prácticos. Esa es al menos mi teoría. Opino que las cosas están mucho más encauzadas de lo que se cuenta. De ahí la tranquilidad desde el Gobierno español y también desde el vasco. Creo que todo esto está más que previsto en la «hoja de ruta».
En el caso de que no esté en lo cierto y si ETA rompiera finalmente el alto el fuego, muchos de los que, dentro de su entorno radical, apoyan el proceso de pacificación, se volverán contra la propia organización terrorista por haber desperdiciado una oportunidad más. La merma de simpatías entre el pueblo es algo que hoy día no pueden permitirse y quizás provocaría una nueva escisión interna. Y esto, tarde o temprano, supondría su final.