Nuevo Estatuto para Castilla y León
El pasado miércoles 29 de noviembre las Cortes de Castilla y León aprobaron la ley del nuevo Estatuto de Autonomía para los territorios de Castilla y León [DOC]. Hubo consenso entre los dos principales partidos políticos representados en la cámara (PP y PSOE). Ahora sólo queda un último trámite: la aprobación por parte del Congreso de los Diputados por mayoría absoluta, algo que seguramente se conseguirá sin problemas.
He estado echando un vistazo rápido al texto y la primera impresión es que, para incluir poco más que el antiguo Estatuto, los artículos han pasado de 55 a 90, es decir, casi el doble. Lo primero que nos encontramos es un larguísimo preámbulo de cuatro páginas donde se establecen los fundamentos históricos de la convivencia entre castellanos y leoneses. Quizás esta introducción podría haberse reducido un poco.
Castilla y León se define, en su artículo 1.1 como una «comunidad histórica»:
Castilla y León es una comunidad histórica y cultural que tiene su origen en los antiguos Reinos de León y de Castilla, ha contribuido de modo decisivo a la formación de España como Nación, ejerce su derecho al autogobierno y se constituye en Comunidad Autónoma en el marco de la Constitución y del presente Estatuto de Autonomía.
Se ha introducido en el artículo 5.2 el reconocimiento oficial de la lengua leonesa, que viene a añadirse al gallego que ya era reconocido en el anterior Estatuto:
El leonés será objeto de protección específica por parte de las instituciones por su particular valor dentro del patrimonio lingüístico de la Comunidad. Su protección, uso y promoción serán objeto de regulación.
Me ha llamado la atención la consideración de mecanismos biterales con el Estado y otras comunidades para asuntos de interés para Castilla y León. El tema de la bilateralidad fue muy criticado por algunos sectores cuando se aprobó el Estatuto de Cataluña porque se consideraba que se colocaban al mismo nivel a Cataluña con el Estado. Ahora se ha extendido a los demás Estatutos tal y como lo recoge en el nuestro en su artículo 57:
1. Las relaciones de la Comunidad de Castilla y León con el Estado y con las demás Comunidades Autónomas estarán basadas en los principios de solidaridad, lealtad institucional y cooperación.
2. Dichas relaciones se articularán a través de mecanismos bilaterales o multilaterales en función de la naturaleza de los asuntos y de los intereses que resulten afectados.
La última novedad que he detectado es la regulación de la relación entre Castilla y León y los organismos nacionales e internacionales, que se recogen en el Título IV, Capítulo II.
Como conclusión se puede decir que este Estatuto es más ambicioso que el actual, pero quizás se haya quedado a medio camino, y que podría haberse redactado con más economía de palabras. De este modo hubiera sido más accesible para todos. Por otra parte es para destacar la nula publicidad institucional y de los medios de comunicación sobre la reforma de este Estatuto. De hecho me ha costado encontrar en internet el texto aprobado. Al final me lo he descargado de la web del diario El Norte de Castilla. Está claro que aquí no sabemos vender nuestra identidad. Quizás sea que no la tengamos.