Manifestación surrealista
He pasado un buen rato riéndome con los cinco artículos que cinco de los colaboradores de ‘El Manifestómetro’ han escrito sobre la manifestación de ayer contra el Gobierno español. Para quien no conozca la mecánica de esta web, su cometido es «infiltrarse» en la concentración para hacer fotografías, vídeos y contar sus impresiones sobre cómo ha ido la marcha. Esto suele provocar algunos momentos de «humor intenso» y pone en evidencia lo que todos ya sabemos.
Yo no dudo de la imparcialidad de ‘El Manifestómetro’. No se cortan en sus mediciones de manifestantes, otorgando en torno a 100.000 personas para la manifestación contra ETA de hace dos semanas y entre 115.000 y 154.000 en la de ayer. Estimaciones incluso inferiores a las ofrecidas por la Delegación del Gobierno en Madrid (181.000) y diarios como El País (210.000).
Cifras aparte, lo que más me gusta es leer estos artículos y ver las fotos. Hablan por sí mismas y dejar muy a las claras que el asunto del terrorismo no es más que una excusa como cualquier otra para ejercer una presión a todas luces injustificada sobre el Ejecutivo. Presión que, por lo que arrojan las encuestas, no desgasta al Gobierno. Llama la atención la afluencia de colectivos marginales (y demenciales), como un extraño partido comunista llamado Unificación Comunista de España o los ya clásicos partidos de ultraderecha como Democracia Nacional. Todo ello aderezado con banderas españolas (unas cuantas de ellas no precisamente constitucionales), alguna republicana (¿?) y unas pocas comunistas. Juntos en una ensalada imposible y surrealista. Lo raro es que no se produjeran altercados entre los propios manifestantes, aunque según se cuenta poco faltó.