Otra más
Sorprendentemente ya no nos sorprende encontrarnos con una nueva manifestación organizada por los de siempre, con el único propósito de armar un poco de jaleo. No entiendo otro motivo. Hace sólo quince días que vivimos el último despropósito. Quizás les convendría hacerlo algo habitual y periódico. Cada semana contra un asunto diferente o contra el mismo. Qué más da. Si el motivo es lo de menos, porque todas las protestas derivan en una sola: contra el Gobierno de España. No importa la causa. Cualquier excusa es buena. Y muchos (la mayoría) estamos ya tan cansados de esta actitud que nos lo tomamos en broma. ¿O es que podemos hacer otra cosa?
Como otras veces, lo más grave es que los de siempre están manipulando a la gente que, con buena fe, acude a manifestarse bajo unas premisas que en última instancia son sesgadas o simplemente no son ciertas. La ignorancia o la excesiva confianza anula la capacidad crítica de los más entusiastas. Ni siquiera se atreven a verificar las causas de esa «indignación», no vaya a ser que sean falsas.