27 de junio de 2008
La semana musical (y V): Grandes decepciones de 2008
Es pronto aún para hacer un balance de lo bueno y lo malo del año. Pero me parece que al cumplirse los seis primeros meses de la temporada es un buen momento para recopilar algunas de las muchas decepciones que me llevado este año. Se suele decir que cuando algo es muy esperado, siempre decepciona. Hemos tenido muchos retornos excepcionales, pero también otros que se han quedado en humo. Ahí va la lista:
- ‘Songs in A&E’ de Spiritualized. Jason Pierce y los suyos vuelven a recrearse en las mismas fórmulas que le dieron tan buen resultado en ‘Ladies and Gentlemen we are Floating in Space’ (1997). Pero por supuesto repetir fórmulas y mucho más si lo hacen si la brillantez necesaria, el fiasco está asegurado. Ya pincharon en su día con ‘Amazing Grace’ (2003) y en menor medida con ‘Let It Come Down’ (2001). Una pena.
- ‘Magic Monsters’ de April March. La norteamericana que quería ser francesa nos entregó varios trabajos memorables, especialmente ‘Triggers’ (2003), que elegí como mi disco favorito internacional del año. Elinor Blake ha ido perdiendo fuelle y cayendo en una sofisticación elegante muy interesante, pero que en ‘Magic Mosters’ suena plano y aburrido. ¡Quién lo diría en los tiempos de ‘Mignonette’!.
- ‘Cronolánea’ de Lori Meyers. Quizás esta haya sido la mayor decepción de todas. Los de Granada lanzaron esa maravilla llamada ‘Hostal Pimodán’ hace tres años. Su éxito fue inmediato y se convirtieron en uno de los grupos punteros de indie nacional. Al escuchar el excelente primer sencillo de ‘Cronolánea’ ‘Luces de neón’ pensé que los chicos seguirían en forma. Pero la decepción ha sido mayúscula al escuchar todos los temas. Me parece loable su empeño en avanzar, en explorar nuevos terrenos, en dejarse llevar por la psicodelia, pero quizás aún no estén preparados, porque para mi gusto se quedan a medio camino. ‘Cronolánea’ es un disco muy irregular.
La lista podría ser mucho más larga, pero con tres ejemplos es suficiente. En otra ocasión hablaré de los retornos gloriosos, que afortunadamente han sido muchos.