Guerra por la «Champions»
El otro día supimos que la corporación RTVE, la FORTA (que agrupa a las cadenas públicas autonómicas) y Mediapro (propietaria de La Sexta) había adquirido los derechos para emitir la Champions League de fútbol para las próximas temporadas a partir de 2009. Aunque no se ha comunicado el coste de esa operación, fuentes no oficiales cifran esa cantidad en unos 70 millones de euros. La asociación de televisiones privadas UTECA ha criticado que un organismo público financiado con dinero de todos haya entrado en una puja multimillonaria sin límite para llevarse estos derechos. La oferta de RTVE, la FORTA y Mediapro era inalcanzable para el resto de cadenas. El principal perjudicado de esta operación ha sido Sogecable y Antena 3, los actuales titulares de los derechos hasta 2009. En el caso de Sogecable, rentabilizaba la inversión mediante la emisión de los partidos por Pay Per View a través de Digital+.
No tengo una opinión clara sobre el asunto. Creo, por una parte, que la filosofía de una televisión pública no es la de pujar por los megaeventos deportivos, aun cuando esa inversión se pueda rentabilizar. Porque, ¿Cómo se va a rentabilizar? Se supone que a través de la publicidad, lo que va directamente en contra de una televisión financiada por el Estado, que no debería emitir publicidad. De nuevo las buenas intenciones de la refundada RTVE se quedan en papel mojado. Esto nos llevaría hacia otros derroteros, como por ejemplo dilucidar si una televisión pública ha de ser rentable o si debe servir al interés general a cualquier precio. Tengamos en cuenta que, en los demás países europeos, la Champions League es emitida por canales privados (Sky Italia en Italia o la ITV1 en Reino Unido).
Por otra parte también creo que una televisión pública tiene todo el derecho del mundo para competir por los derechos de unos partidos de fútbol que serían emitidos íntegramente en abierto. La UTECA, la principal perjudicada, es parte interesada en multitud de noticias que han atacado furibundamente a RTVE porque esto supone haber perdido una oportunidad inmejorable de hacer caja. En el caso concreto de Sogecable, ha sentado especialmente mal porque detrás de la operación está Mediapro (recordemos la guerra del fútbol por la emisión de los partidos de la liga española). De ahí los artículos tan belicosos en El País sobre este tema. Intereses económicos que nublan la imparcialidad a la hora de enfocar una noticia.
A mi, como no soy aficionado al fútbol, me da exactamente igual si los partidos se emiten en abierto, pagando o no se emiten. Lo que ha quedado muy claro es que el fútbol puede ser sinónimo de grandes audiencias, de rentabilidad y de otros conceptos muy tentadores para todas las cadenas, tanto públicas (por desgracia) como privadas.