Han sido muchos años de crecimientos desbocados, de nadar en la abundancia, de los abusos en los precios de la vivienda, de la construcción sin freno, de especuladores del ladrillo. Pues todo eso se acabó. Esa época ha terminado. A lo largo de los últimos meses hemos asistido a un crecimiento moderado del precio de la vivienda, hace poco se estancó y ahora hasta baja. Los pisos construidos ya no tienen salida en el mercado, o como dirían los expertos, el sector está en «reajuste». La escandalosa sobrevaloración de la vivienda que ha hecho ricos a unos cuantos y ha hipotecado a la mayoría ha tocado techo.
La certificación de que constructoras, promotoras e inmobiliarias han vivido épocas mejores está en el caso de Martinsa Fadesa. Hoy se ha desplomado en bolsa y que está al borde de la suspensión de pagos. Vamos, en quiebra. No acabo de comprender cómo, empresas que hace unos pocos años estaban montados en el euro, no han sabido digerir el éxito y administrarse inteligentemente para cuando llegaran los malos momentos. Diversificar las áreas de negocio, invertir en otros mercados, yo que sé… Me parece incomprensible. Lo que es claro es que los que terminarán perdiendo son los pobres empleados de a pie…
Así que nada, adiós a la especulación, a la vivienda inalcanzable, a la construcción sin límites… Por fin. Veremos si dentro de unos pocos años uno podrá comprarse un triste piso a un precio mínimamente justo.
‘Esta noche sólo cantan para mí’ es el segundo vídeo de ‘La Revolución Sexual’ de La Casa Azul. Han pasado muchos meses desde aquel primer clip. Ahora Guille da la cara y deja descansar (literalmente) a la ficticia banda de robots que han sido la imagen de La Casa Azul durante unos cuantos años. Buen vídeo con patinadora incluida. Parece que está de moda incluir una. Ya lo hicieron We Are Balboa en ‘Space between bodies’ y más recientemente The Last Shadow Puppets en ‘The Age of the understatement’…
Acabo de añadir 21 nuevas fotografías a mi web ‘Zamora en Imágenes’, con lo que son ya 264 las vistas que pueden contemplarse. Entre ellas hay unas cuantas fotografías nocturnas y, por fin he incorporado fotos de Valorio (una deuda pendiente).
El otro día supimos que la corporación RTVE, la FORTA (que agrupa a las cadenas públicas autonómicas) y Mediapro (propietaria de La Sexta) había adquirido los derechos para emitir la Champions League de fútbol para las próximas temporadas a partir de 2009. Aunque no se ha comunicado el coste de esa operación, fuentes no oficiales cifran esa cantidad en unos 70 millones de euros. La asociación de televisiones privadas UTECA ha criticado que un organismo público financiado con dinero de todos haya entrado en una puja multimillonaria sin límite para llevarse estos derechos. La oferta de RTVE, la FORTA y Mediapro era inalcanzable para el resto de cadenas. El principal perjudicado de esta operación ha sido Sogecable y Antena 3, los actuales titulares de los derechos hasta 2009. En el caso de Sogecable, rentabilizaba la inversión mediante la emisión de los partidos por Pay Per View a través de Digital+.
No tengo una opinión clara sobre el asunto. Creo, por una parte, que la filosofía de una televisión pública no es la de pujar por los megaeventos deportivos, aun cuando esa inversión se pueda rentabilizar. Porque, ¿Cómo se va a rentabilizar? Se supone que a través de la publicidad, lo que va directamente en contra de una televisión financiada por el Estado, que no debería emitir publicidad. De nuevo las buenas intenciones de la refundada RTVE se quedan en papel mojado. Esto nos llevaría hacia otros derroteros, como por ejemplo dilucidar si una televisión pública ha de ser rentable o si debe servir al interés general a cualquier precio. Tengamos en cuenta que, en los demás países europeos, la Champions League es emitida por canales privados (Sky Italia en Italia o la ITV1 en Reino Unido).
Por otra parte también creo que una televisión pública tiene todo el derecho del mundo para competir por los derechos de unos partidos de fútbol que serían emitidos íntegramente en abierto. La UTECA, la principal perjudicada, es parte interesada en multitud de noticias que han atacado furibundamente a RTVE porque esto supone haber perdido una oportunidad inmejorable de hacer caja. En el caso concreto de Sogecable, ha sentado especialmente mal porque detrás de la operación está Mediapro (recordemos la guerra del fútbol por la emisión de los partidos de la liga española). De ahí los artículos tan belicosos en El País sobre este tema. Intereses económicos que nublan la imparcialidad a la hora de enfocar una noticia.
A mi, como no soy aficionado al fútbol, me da exactamente igual si los partidos se emiten en abierto, pagando o no se emiten. Lo que ha quedado muy claro es que el fútbol puede ser sinónimo de grandes audiencias, de rentabilidad y de otros conceptos muy tentadores para todas las cadenas, tanto públicas (por desgracia) como privadas.
A pesar de que conocemos ya muchas filmografías de realizadores coreanos, el cine del país asiático nos da todavía sorpresas muy agradables. ‘I’m a Cyborg but That’s Ok’ (2006) es una de esas sorpresas que uno se encuentra mientras busca otras cosas. El cine de Corea del Sur pasa por ser uno de los más originales y con más talento de lo que llevamos de siglo. No hay más que recordar la asombrosa obra de Kim Ki-Duk (‘Hierro-3’, ‘Primavera, Verano, Otoño, Invierno… y Primavera’ o ‘El Arco’ por ejemplo). Ahora he de añadir a este particular olimpo el nombre de Park Chan-wook. Aunque su filmografía ya es dilatada, hasta ahora desconocía su existencia. Son muchas las virtudes que las alumbran, pero sin duda por encima de todo está la sensibilidad y el talento para saber combinar drama, poesía, tecnología y los aspectos más mundanos de la vida.
Al igual que su colega Kim Ki-Duk, Chan-wook cocina sus películas combinando con sensibilidad y talento el drama, la poesía, la tecnología y los aspectos más mundanos de la vida. Los ingredientes de ‘I’m a Cyborg but That’s Ok’ (creo que aquí se tradujo como ‘Soy un Cyborg’) se mezclan perfectamente para dar un resultado mágico y que atrapa al espectador. En un principio, lo desquiciado del argumento me hizo temer un desarrollo decepcionante, pero Chan-wook sabe bien mantener el pulso narrativo, agregando fuertes dosis de romanticismo, de mala leche o de humor. Otra cosa a destacar es la interesante (y muy natural) unión entre tecnología y tradición, tan a la orden del día en Corea.
La película cuenta la historia de Cha Young-goon, una joven que, tras pasar por una infancia solitaria y traumática, cree ser un cyborg. Su madre decide internarla en una institución psiquiátrica donde conocerá a multitud de personajes extravagantes. Uno de ellos, Park Il-soon, gran jugador de ping pong, se interesa pronto por ella. Establecerán una curiosa relación repleta de fantasía.
Aparte de todo lo mencionado, el realizador Chan-wook se olvida de los complejos cinematográficos para mezclar estilos hasta confeccionar una película inclasificable, humorísticamente violenta a veces, intencionadamente dulzona otras y sarcástica siempre. Visualmente ‘I’m a Cyborg but That’s Ok’ también rompe todos los esquemas tradicionales y sorprende la audacia de muchas de sus secuencias con el mérito de que ninguna de ellas parezca forzada. Una pequeña maravilla que merece la pena ser vista.
Salamanca y Mérida, dos ciudades unidas por la Vía de la Plata, son las protagonistas de las dos últimas galerías de fotos de Cromavista, mi internacionalmente exitosa web de fotos. En total 19 nuevas imágenes que se suman a las 144 ya existentes. Espero que os gusten…
En condiciones normales sería un abuso, pero teniendo en cuenta de que el terminal más barato, el iPhone de 8 Gb ya cuesta 299€, la cosa ya parece de broma. Para colmo, se han inventado una tarifa de datos de 15€ mensuales la queramos o no que hemos de sumar al consumo fijo de 9€. Vamos, que tenemos un gasto fijo mensual de 24€, siempre según la tarifa más económica. Con un sencillo cálculo se puede averiguar que los gastos a lo largo de dos años serían de 576€. A esto le sumamos los 299€ (o en el mejor caso, la portabilidad pagando «sólo» 269€) tenemos la bonita cifra de 875€ (o 845€ con portabilidad). Por 949€ tenemos un hermoso portátil MacBook. Y si queremos el iPhone de 16 Gb la cosa se dispara, porque los precios andan, en el mejor de los casos, en torno a los 900€. Un abuso.
Está claro que Movistar va a intentar sacar todo el dinero posible a los early adopters que quieran tener un terminal a toda costa y cuanto antes. Pagarán caro su osadía, porque casi con toda seguridad, Apple lanzará iPhones libres antes de fin de año a precios que seguro serán más económicos que la tomadura de pelo que se nos ofrece ahora. Así que nada, a esperar. Y si queremos un iPhone donde el teléfono y el GPS sea lo de menos, pero queramos tener la misma apariencia, la misma pantalla, el mismo sistema operativo, navegación WiFi, reproductor multimedia, mapas y demás, lo mejor serar comprarse un iPod Touch por 269€…
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