¿Qué pasa con Radio 3?
Se puede decir que hace años que no escucho Radio 3 de forma habitual. Alguna vez ‘Disco Grande’ de Julio Ruiz (cuando me acuerdo), ‘Siglo 21’ y ‘La Estación Azul’, pero cada vez menos. Eso no quita para que me produzcan cierta inquietud las pretensiones de reforma que el actual director adjunto de la cadena pública Diego Manrique. Acabo de leer un artículo de la web indiepop.es que muestra este desasosiego que muchos compartimos. En el texto se hace referencia a una noticia de El País que recuerdo haber leído en su día por encima.
Los cambios en Radio 3 para la nueva temporada que comienza ya la harían irreconocible: Tomás Fernando Flores dejaría ‘Siglo 21’, al menos en horario de mañana, ‘Disco Grande’ y ‘Discópolis’, con decenas de años en antena podrían llegar a desaparecer, según ha denunciado el sindicato UGT. Si a esto le unimos el fin de ‘Diario Pop’ en 2006 y reformas varias, Radio 3 dejaría de ser la que fue. Adiós, por tanto, al oasis de independencia, el único de la radio y la televisión española pública y privada. Adiós a la experimentación, a la vanguardia… Ahora sólo falta que metieran publicidad… Para colmo, se rumorea que algunas estrellas de la radio comercial (se habla de Manel Fuentes) podrían entrar, con lo que se mataría definitivamente el modelo de radio pública, al margen del mercado y de las modas de la industria.
Sigo sin poder explicarme el por qué de este giro. Por qué gente de la casa como Diego Manrique y Lara López, actual directora de Radio 3, quieren ponerla patas arriba para que no la conozca ni su madre (o sea sus oyentes más fieles). Aunque en el artículo de indiepop se alude a cuestiones políticas y a la recurrente y facilona respuesta (copio literalmente) de: «probablemente instigado por los autores afines al radicalismo zapateriano», yo no creo que los tiros vayan por ahí. Hay que estar ciego para pensar que una radio como Radio 3 pueda convertirse también en otra radiofórmula comercial con éxito. Si algo sobra en este país son precisamente eso, las radiofórmulas.
Quizás las intenciones de Manrique no sean malas, pero se equivoca rotundamente si cree que una Radio 3 diferente a la que existe ahora podría triunfar. El alma de Radio 3 es independiente, y si alguien la vende, desaparecerá. Veremos que pasa finalmente.