La Iglesia Católica, siempre de actualidad
Dediqué uno de los primeros posts del año a la involución que la Iglesia Católica estaba experimentando, al menos en España. Esta semana ha vuelto otra vez a ser noticia. Las propuestas por parte del Gobierno de buscar una regulación para la eutanasia (el suicidio asistido) y una nueva ley de plazos para el aborto junto a la polémica iniciativa de Garzón de crear un censo de represaliados republicanos durante la guerra civil y la dictadura han hecho que de nuevo la jerarquía católica se haya pronunciado. Hasta aquí ningún problema. Afortunadamente vivimos en libertad y cada uno puede opinar sobre lo que quiera.
Pero, al igual que he dicho alguna vez, la Iglesia Católica jamás ha de tener poder decisorio ni influir en un país de la Europa moderna. Una cosa es que la mayoría de españoles sean católicos y otra muy diferente que su jerarquía, con la que no tienen por qué coincidir los creyentes, se pronuncie con intención de influir en las propuestas legislativas. En este sentido, lamentablemente estamos a años luz de los países del otro lado de los Pirineos.
El otro día vi un mapa de Europa con la legislación sobre el aborto. Ese gráfico era una fotografía fija de la sociedad de esos países. Las leyes de plazos formaban una abrumadora mayoría, incluyendo la Europa occidental con la excepción de Andorra (donde está prohibido el aborto) e Irlanda (sólo autorizado para salvar la vida de la mujer) y España, Reino Unido, Polonia y Finlandia (donde hay leyes de supuestos). En general aquellos países más reticentes a permitir el aborto, son los de fuerte raigambre religiosa (Polonia, Irlanda o Andorra -cogobernado por el obispo de La Seu d’Urgell-), mientras que en los estados de tradición laica la legislación es más permisiva (la Europa del este, herencia del comunismo, Francia o Alemania).
En España, a trancas y barrancas, se avanza. Muy a pesar de la Iglesia, se siguen aprobando nuevas leyes para ampliar los derechos de los ciudadanos. Ya ocurrió en su día con el divorcio o el matrimonio civil y después con el ya mencionado aborto. Y hace poco con el respaldo legal a los matrimonios homosexuales…
En los informativos de Cuatro del pasado viernes se emitió un reportaje sobre la diferencia de tratamiento de los asesinados de un bando y de otro en la guerra civil, al hilo del tema de Garzón. El ejemplo más claro es el del «Cementerio de los Mártires» de Paracuellos del Jarama (Madrid), donde ocurrió en tiempos de la guerra civil una de las matanzas más terribles de los republicanos hacia los sublevados. Muchas tumbas, todas con nombres y apellidos, un mausoleo, una iglesia y una enorme cruz blanca en la ladera de una colina cercana. Del otro lado se recogían los testimonios de aquellos que buscan a sus familiares, sin saber realmente por donde empezar. En el reportaje se recuerda que entre los republicanos había una mayoría de católicos… Lo que más me llamó la atención fue la sensación de que hay un sector de la sociedad profundamente reaccionaria, muy a la derecha, identificados con el catolicismo y terriblemente desinformada… Pensé para mis adentros que toda aquella gente son los mismos que se manifiestan con los obispos, están en contra del aborto y de la dichosa asignatura de Educación para la Ciudadanía… Sinceramente, a mí esa gente me asusta.