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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
7 de octubre de 2008

Jornada Mundial por un Trabajo Digno (y un artículo indignante)

Hoy es la Jornada Mundial por un Trabajo Digno. Curiosamente ayer leí algo que me ha parecido indignante. Se trata del artículo que el día 4 de octubre publicaba El Confidencial con el título de ‘Hoy no voy a trabajar, que estoy cansado’. En el texto se aludía a la falta de interés de los jóvenes por su trabajo y por el mercado laboral en general en términos que a mí me han molestado. Se hace referencia a la «falta de implicación en la empresa» o de «ambición» que se está apoderando de las nuevas generaciones que se incorporan al trabajo. Vale, a mi generación ya no le pilla, pero casi me siento identificado. ¿Cómo va a implicarse un joven en su empresa si ésta la trata como un pañuelo de usar y tirar? ¿Cómo va a implicarse si no hay seguridad laboral ni posibilidad de labrar un futuro como profesional? Primero que se implique la empresa con el empleado.

Según Carlos Jesús Fernández, profesor de sociología de la Universidad Complutense, «[los jovenes] se limitan a cumplir con su jornada laboral sin asumir esfuerzos adicionales y protestan mucho las decisiones que implican un sacrificio mayor por su parte». ¿No será que ante el retroceso de los derechos de los trabajadores, son realmente la primera generación que se incorpora con la consciencia de que van a ser prácticamente esclavizados?. Después se alude a excusas, echando balones fuera, algunos realmente vergonzantes como achacar esta actitud a la LOGSE. Cualquier cosa con tal de no asumir que quizás los empresarios tengan bastante culpa. Hasta alusiones a la que ellos llaman «generación Gran Hermano», haciendo referencia a la cultura del mínimo esfuerzo de los famosillos de la tele.

Yo no veo ningún delito en querer tener unas mejores condiciones laborales que sus padres, estabilidad en el puesto de trabajo y un sueldo digno (los jóvenes becarios españoles tienen uno de los sueldos más bajos de los países desarrollados). Las ocho horas de antaño se han quedado atrás y son sólo un sueño que rara vez se cumple. Otra perla: Desde la Escuela de Negocios del CEU se dice: «… De modo que los jóvenes, como saben que no van a estar en ese puesto mucho tiempo, no quieren trabajar 14 horas diarias. Prefieren estar con sus amigos o su pareja». Por fin los jóvenes son conscientes de sus derechos. ¿14 horas o trabajar un sábado sin cobrar extras? Eso se está terminando.

Como comprenderéis a mí me traen sin cuidado estas cosas, si trabajo donde trabajo es porque estaba harto de los abusos y las exigencias a cambio de nada. El trabajo es un medio para poder subsistir, no una forma de vida. Si un trabajo no deja vivir, deja de ser trabajo para convertirse en algo peor: servidumbre o esclavitud. Y los que tanto critican, más vale que se apliquen el cuento y se adapten a las nuevos tiempos. La productividad no son más horas, sino mejor empleadas. Y otra cosa: nadie va a poder competir con China ni los demás países asiáticos. Eso es algo con lo que tenemos que convivir.

Por cierto, si leéis el artículo, leed también los comentarios porque ponen las cosas en su sitio.



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