rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
14 de diciembre de 2008

‘La Estrella Ausente’

Hace no mucho tiempo hablé sobre ‘Las Llaves de Casa’, una estupenda película del realizador italiano Gianni Amelio. Ahora he tenido la ocasión de ver ‘La Estrella Ausente’ (2006). Poco o nada tiene que ver una con la otra más allá del concepto del viaje como forma de conocimiento interior, de transformación. Esta transformación es más evidente aún en ‘La Estrella Ausente’.

Vincenzo es un ingeniero de altos hornos que se queda en paro tras vender sus instalaciones a unos empresarios chinos para trasladarlas a su país. Pero la fundición tiene un problema que Vincenzo detecta un tiempo después. Para solucionarlo decide viajar hasta China con una pieza de recambio para intentar repararla. Le acompañará Liu Hua, la intérprete de la empresa. Pero evidentemente China no es un país sencillo para un europeo y las cosas pronto comenzarán a torcerse. Los malentendidos y el extraño carácter de sus gentes convertirán el viaje en una odisea.

‘La Estrella Ausente’ tiene muchos aciertos y prácticamente ningún defecto. Aunque a priori pueda resultar un argumento disparatado e inverosímil (¿para qué un ingeniero en paro por culpa de una empresa china decide viajar por su cuenta y riesgo al país para subsanar un defecto en una máquina?) se revela como un gran acierto, al igual que el opaco pasado del italiano, del que no sabemos absolutamente nada de su vida anterior. Amelio retrata con impresionante maestría el tránsito a la modernidad de una sociedad tan compleja como la china. Una modernidad que tiene un precio y donde los nuevos modos de vida se abren paso a través de las grietas de una cultura milenaria. En definitiva un apasionante y alucinante viaje a las entrañas de un país todavía muy desconocido para nosotros.

13 de diciembre de 2008

‘Hartos del Coche’

La ciudad y los coches, dos conceptos que se han entendido a la perfección durante décadas. Desde la aparición de los vehículos a motor, las ciudades se han transformado para peor. Los peatones tuvieron durante mucho tiempo escaso peso dentro del urbanismo. Los coches lo invadían todo. Afortunadamente la tendencia intenta ahora cambiar las tornas y devolver las ciudades a los ciudadanos, ya se desplacen a pie o en bicicleta. Para algunas urbes, como Madrid, quizás sea ya demasiado tarde por mucho túnel que se construya para enterrar las autopistas, pero para otras ciudades de tamaño medio aún hay tiempo.

Todo esto viene a cuento de la sección ‘Hartos del Coche’ del diario digital Soitu.es, en la que se recogen noticias sobre transporte sostenible, público, integración de la bici en el entorno urbano y diferentes iniciativas reivindicativas de todos estos medios alternativos para desplazarse por nuestras ciudades. La estrella es sin duda la bicicleta, que se erige en símbolo, en icono de una nueva (por lo menos en España) forma de entender los desplazamientos por nuestras calles y avenidas.

Si vosotros sois de los que creéis que en vuestras ciudades hay pocos kilómetros de carril bici, demasiados coches, poco transporte público y de mala calidad, os recomiendo los artículos de ‘Hartos del Coche’.

12 de diciembre de 2008

Joe Crepúsculo

No me extraña que Joe Crepúsculo se haya convertido en una de las sensaciones del pop nacional. Primero, porque tiene ese talento desastrado que tanto echamos de menos últimamente. Segundo por lo prolífico, que le ha permitido sacar dos discos en menos de un año. Yo lo acabo de descubrir hace apenas una semana a través de su segundo trabajo ‘Supercrepus’ (el primero fue ‘Escuela de Zebras’) y ya he tenido que reformar in extremis la lista de los mejores discos nacionales del año.

Conozco muy poco sobre quién este tipo que responde al nombre de Joe Crepúsculo, pero lo que tengo claro es que todas y cada una de las veinte canciones de este álbum tienen algo especial que atrapa, a medio camino entre lo cutre (bien entendido), lo pop cocinado al estilo de la movida (¡esos teclados!) y esa voz tan característica (en su página de MySpace se autodefine como un «trovador tecno»). Desde luego, ‘Supercrepus’ deslumbra a la primera escucha con esas letras cercanas y un poco surrealistas al mismo tiempo, y se diferencia definitivamente de todo lo publicado a este lado de los Pirineos a lo largo de 2008.

Como ya no se como describirlo, lo mejor es que veáis este vídeo, que corresponde a su tema ‘El día de las medusas’:

11 de diciembre de 2008

Popular Science y Popular Mechanics en Google Books

Popular Mechanics y Popular Science son dos de las revistas más antiguas y populares (nunca mejor dicho) de los Estados Unidos. Como se suele decir son toda una institución y que han acercado todas las novedades de la técnica, la ciencia y la tecnología a varias generaciones de norteamericanos. Aquí en España se ha lanzado versiones en castellano de ambas, pero lo cierto es que este tipo de publicaciones han tenido poco predicamento por estas latitudes. Lo más parecido sea quizás Muy Interesante, aunque con un componente tecnológico y de consumo mucho mayor y una menor carga científica.

Popular Science se puede considerar como una de las pioneras en todo el mundo, ya que su primer número fue lanzado ni más ni menos que en 1872 y Popular Mechanics no le va a la zaga, pues su debut tuvo lugar en 1900. Esta entrada viene a cuento porque a través del blog de Tecnología Obsoleta me entero de que todos los números convenientemente escaneados (tanto de una como de la otra publicación) están a disposición de todo curioso en internet, a través del servicio de búsqueda de libros de Google.

Es una maravilla poder ver a golpe de clic el cambio de los tiempos, las predicciones tecnológicas que se realizaban en décadas o siglos pasados o aquellos avances y descubrimientos que entonces marcaron una época. Sólo echando un vistazo rápido a las portadas uno puede darse cuenta de que los tiempos avanzan que es una barbaridad.

10 de diciembre de 2008

La situación económica y las medidas del Gobierno

He pensado mucho las últimas semanas sobre la situación económica adversa en la que estamos desde mediados de año y sobre todo en si el Gobierno pueden tomar medidas efectivas a corto o medio plazo para paliarla. Lamentablemente no creo que las haya, aparte de algunas medidas publicitarias para calmar a la opinión pública. El detonante para que me haya decidio hoy a escribir sobre el asunto son las agoreras previsiones del Fondo Monetario Internacional. Este organismo augura para España un decrecimiento máximo del 1% del PIB en 2009. Pero lo que más me ha indignado es que las soluciones que se proponen son la clásica cantinela liberal. Es decir, «flexibilizar» el mercado laboral, abaratar el despido, liberalizar totalmente algunos sectores o no revisar los salarios para adaptarlos a las subidas del IPC. En resumen: volver aún más precario los empleos que ya de por sí son de los más inestables de Europa y perder poder adquisitivo (a pesar de que ahora los precios se están estabilizando).

Es cierto que España tiene un talón de aquiles bastante importante: la productividad. El FMI también hace alusión a este aspecto. Pero no es algo que pueda cambiarse de la noche a la mañana y en mi opinión la forma de aumentar esa productividad es, por un lado, recuperar la implicación del empleado en la empresa (mediante incentivos económicos, estabilidad laboral, horarios razonables, conciliación, etc) y por otro la inversión en I+D. El primero puede conseguirse de manera relativamente sencilla, pero el segundo requiere generaciones para poder ver los resultados.

Esto se veía venir. Nuestro país ha basado su economía durante una casi década en el ladrillo. En 2000 y 2001, tras pagar la novatada con el estallido de las tecnológicas (con Terra y Telefónica a la cabeza), vimos como las empresas promotoras, las constructoras y las inmobiliarias crecían sin parar. Y paralelamente a ese crecimiento también vimos el insoportable aumento del coste de la vivienda. España fue de ladrillo y cemento y algunos no aprendieron de los errores del pasado. Hasta hace prácticamente unos meses. El mercado se saturó porque nadie podía comprar ya a esos precios. Ahora de nuevo hay que reestructurar la economía y basarla en «otra cosa» («otras cosas» diría yo). El sector bancario podría, según los expertos, tomar el relevo. Pero cualquiera sabe…

Es una pena, pero vivimos en un país donde lo que prima es el dinero fácil, no fruto de la tecnología, del trabajo racional o del ingenio, sino de la especulación, del pelotazo y de la picaresca. Ha sido así desde que tenemos memoria y va a ser muy difícil cambiar esta mentalidad tan arraigada. Ante todo esto, ¿Qué podemos hacer?

9 de diciembre de 2008

La constelación de EURión

Unas cosas llevan a otras. Esta tarde echando una ojeada al blog de Microsiervos me llama la atención una entrada en la que se referencia al estupendo (y ya conocido por mí) ‘Colour Lovers’. En concreto enlaza a un artículo interesante sobre el uso del color en los billetes de banco modernos. Ya sabéis de mi debilidad por el papel moneda (en el sentido del diseño me refiero). Y a partir de aquí descubro la constelación EURión (the EURion constellation).

La constelación EURión es una característica de seguridad que incorporan muchos de los billetes de banco actuales desde 1996. Se trata de una serie de cinco círculos (más bien anillos) colocados de manera especial y que aparecen impresas varias veces sobre la superficie del papel, siempre de manera muy discreta y camuflado bajo las ilustraciones. Su misión es impedir su reproducción mecánica mediante fotocopias, escáneres y otros medios.

Su curioso nombre proviene de su similitud con la disposición de las estrellas en la constelación de Orión y fue acuñado por su descubridor, el informático y experto en seguridad alemán Markus Kuhn en 2002. El hallazgo, mantenido en secreto hasta esa fecha, ocurrió mientras manipulaba un billete de 10 euros, en el que la constelación es más visible. En algunos billetes, como el de 20 libras, los pequeños anillos amarillos aparecen ocultos bajo notas musicales. Aquí podéis ver algunos otros ejemplos.

8 de diciembre de 2008

‘En un Mundo Libre’

Cine social. En los últimos meses han pasado por aquí muchas películas de diferentes orígenes que pueden incluirse en este subgénero. Ken Loach es sin duda uno de los mayores exponentes de este cine en Europa. O al menos lo era. Aunque ‘El Viento que Agita la Cebada’ (2006) me pareció magnífica, la decadencia de este realizador británico es más que palpable y algunas de sus últimas obras como ‘Pan y Rosas’ (2000), ‘La Cuadrilla’ (2001) o ‘Felices Dieciséis’ (2002) poco tienen que ver ya con aquellos largometrajes que removían conciencias aquí y allá. El caso de ‘En un Mundo Libre’ (2007) lamentablemente no es una excepción.

La película cuenta la historia de Angie y Rose, dos trabajadoras de una empresa de trabajo temporal que se dedica a contratar mano de obra inmigrante en sus países de origen. De buenas a primeras se ven en la calle y deciden montar una agencia de trabajo clandestina. Angie se debate entre comerciar sin escrúpulos con seres humanos para ganar dinero y su necesidad de ayudarlos de forma altruista. En cambio Rose quiere legalizar la empresa y duda de los métodos de trabajo de Angie. Pronto la empresa ilegal comenzará a tener serios problemas con las mafias…

Me ha parecido una película frívola (tal vez fría), superficial y que en ningún momento consigue engarzar un par de argumentos que conmuevan al espectador ni ninguno de sus personajes protagonistas se gana la complicidad del espectador. La sensación final es que se ha desperdiciado una buena historia, un argumento que da mucho de sí y que Ken Loach la dirige con rutinaria desgana.



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