‘Ama Lur’
Hace sólo unas pocas semanas vi la versión restaurada de ‘Ama Lur’ (Madre Tierra), un documental dirigido por el escultor y cineasta Néstor Basterretxea y Fernando Larruquert hace ni más ni menos que 41 años. Fue el 10 de julio de 1968 cuando, en un ambiente de cierta tensión, se estrenó la cinta en el Festival de San Sebastián. El motivo era que, por primera vez los vascos, con su lengua y sus costumbres, podían verse retratados con fidelidad en la gran pantalla. Para ello se hubo que ceder en algunos puntos, cambiar y añadir determinadas frases e imágenes que la dictadura no podía permitir. La palabra «España» tuvo que incorporarse al menos tres veces a lo largo del metraje. La película fue financiada a través de donativos populares.
Lo que está claro después de verla es que se trata de una pieza de gran valor documental, antropológico y por supuesto artístico, utilizando recursos muy modernos para la España de la época, con un diseño de rotulación muy bueno y original y un hilo narrativo que va enlazando conceptos (tierra, mar, agua, etc) para contar las tradiciones y costumbres vascas a un lado y otro de la frontera. A parte de los impresionantes paisajes (gran fotografía), una de las cosas que más me han gustado es el reflejo de la idiosincrasia vasca a través de las esculturas de Oteiza y Chillida y también los dedicados al euskera, una lengua muy gráfica que se presta a este tipo de experimentos audiovisuales.
Quizás hoy día ya no nos sorprenda nada de lo que cuenta ‘Ama Lur’, pero imaginemos lo que fue para, por ejemplo, un madrileño que tuvo la oportunidad de verla en los años sesenta…