Leyes «anti-p2p»: noticias desde Francia, España y Suecia
La Semana Santa nos deja una interesante noticia que es muy reveladora de lo díficil que está resultando sacar adelante la polémica ley contra las descargas de contenidos protegidos por internet, la famosa «ley anti-p2p«. Resulta que el pasado día 8 de abril, en una votación en la Asamblea Francesa, se tumbó la ley por 21 votos a 15. Imagino que esto no será más que una anécdota, un contratiempo, porque ya se ha anunciado que se repetirá la votación a final de mes. La ley, a pesar de la momentánea alegría de los colectivos de internautas, saldrá adelante, pero será de aplicación polémica y difícil. Nadie dará su brazo a torcer y la lucha promete ser feroz, mucho más en la movilizada Francia, que ya ha salido varias veces a la calle contra las políticas de Sarkozy.
En España aún no sabemos lo que hará González-Sinde, pero las cosas no pintan tan malas como se dice. Lo que está claro (aunque yo no lo comparta) es que, en este caso, la misión del Gobierno es intentar compaginar los intereses de la industria audiovisual (sí, la industria y no los creadores) y la de los usuarios de las redes p2p. La pena es que, una vez más, un asunto que es «apolítico», se ha convertido en un arma partidista que arrojar al adversario. No hay más que buscar por internet de dónde provienen las noticias más beligerantes contra estas iniciativas. Por un lado, y es lógico, de las asociaciones de internautas y de los defensores de la cultura libre. Por otro, extraños aliados, la derecha económicamente liberal, y medios como Libertad Digital, Periodista Digital, Minuto Digital, España Liberal, ABC y todo aquel medio que suele arremeten contra Zapatero. Extraños aliados, digo, porque se supone que la derecha defiende la industria, la empresa privada, frente a la colectivización. Porque, en realidad, internet es una colectivización de los contenidos culturales… Y también, por supuesto, supone enfrentarse con una ley, la francesa, del presidente Sarkozy, un mandatario que es la envidia de parte de la derecha española.
Para terminar, en Suecia entró en vigor el pasado 1 de abril la nueva ley contra la «piratería». El país nórdico es uno de los pocos que cuenta con un Partido Pirata que se presentará a las elecciones europeas. Cuenta con gran popularidad, así que no se descarta que den una sorpresa. Me parece peligroso que una propuesta como esta, con un objetivo tan limitado y concreto, pueda obtener cierta cuota de poder. En cualquier caso, hace unos días, los internautas suecos hicieron una «huelga» de internet que consiguió reducir en un 30% el tráfico de la internet del país nórdico. La diferencia de esta ley es que ha de ser el titular de los derechos de la obra descargada quien iniciará las acciones legales. En el segundo paso, las autoridades judiciales solicitarán las direcciones IP de aquellos usuarios que descarguen el archivo o archivos en cuestión. Todo este montaje se va al traste si se abren las redes wifi. De este modo, no se sabe si el titular de la línea es quien descarga o es un intruso. Esto es precisamente lo que se han propuesto hacer para boicotear la ley… Trucos hay muchos, sólo hace falta un poco de imaginación.