Nokia 5800, el pariente «pobre» del iPhone
Los teléfonos móviles son ya, desde hace tiempo, pequeños ordenadores que pueden realizar casi las mismas funciones que una máquina normal. Llevo probando mi Nokia 5800 algunos días y me he encontrado con cosas interesantes y otras que no me han gustado tanto. Pero empecemos por las críticas.
La primera impresión nada más sacarlo de la caja es que los acabados dejan mucho que desear. La tapa trasera me parece frágil y el aro cromado que rodea el objetivo y el flash de la cámara parece que no está bien fijado. Lo mismo digo de las tapas laterales donde se guarda la SIM y la tarjeta de memoria. Da la impresión de que al abrirlas se van a romper. En cuanto a la pantalla táctil, la apariencia es buena, aunque hace pequeñas onditas, como si tuviera una película transparente de plástico. Otra cosa que no me ha gustado es la duración de la batería. En cuatro días lo he tenido que cargar dos veces. Es verdad que le he dado muchísimo uso y he probado absolutamente todas las funciones que trae, pero eso no justifica ese consumo tan brutal de energía. El Nokia 5800 también reproduce música y vídeos. En el primer caso me parece fatal que no se lleve bien con el iTunes. No respeta el orden de las pistas ni admite las portadas de los discos. En cuanto al vídeo, hay que instalar reproductores especificos para poder ver DivX y otros formatos.
El gran pero que tiene el Nokia 5800 es la falta de software de todo tipo, pero especialmente de aplicaciones gratuitas. En un móvil con tantas posibilidades como éste se echa de menos un software que aproveche todo el potencial que ofrece el tener integrado el WiFi, el GPS, la radio o la pantalla táctil. Digo lo de aplicaciones gratuitas porque me parece increíble que haya que pagar por todo. El otro día, buscando un lector de PDF, me doy cuenta de que el único que existe es el Adobe Reader LE, una versión mini del famoso lector de Adobe. Para todas las plataformas es gratuito, pero para Symbian S60 cuesta la «módica» cantidad de ¡12 euros!. Lo mismo ocurre con otras aplicaciones. El sistema de firmado de aplicaciones para verificar su autenticidad es muy estricto y, aunque hay formas de «hackear» el teléfono, no es nada sencillo hacerlo. Como Android tenga éxito, estos se van a enterar.
Pero el teléfono tiene cosas buenas, muy buenas, que me han sorprendido. La primera de todas es el GPS, que funciona de maravilla tanto con los mapas incluidos como con Google Maps o con aplicaciones como SportTracker. El WiFi también va bastante rápido. Como conclusión diré que este Nokia 5800 se queda a medio camino de lo que quiere ser, sobre todo a nivel de usabilidad del interfaz, de acabados y de aplicaciones gratuitas disponibles. El 5800 no es el iPhone ni lo será aunque intente dar el pego al primer vistazo. El móvil de Apple está a años luz en cualquier aspecto (incluido el precio). Aunque se quede corto en prestaciones, por lo que he podido probar los materiales son excelentes y la pantalla táctil va mucho mejor que la del Nokia. Las comparaciones son siempre odiosas, pero hay que reconocer en este caso que el 5800 es el «iPhone de los pobres», una de tantas copias que le han salido. Eso no significa que no podamos disfrutar de él y sacarle el máximo partido posible. Es justo lo que espero hacer.