De subproductos mediáticos y personajillos inocuos
Anoche, por suerte, no vi la gala de selección del candidato que representará a Televisión Española en el añejo Festival de la Canción de Eurovision que se celebrará en Oslo el próximo 29 de mayo. En realidad este año no estoy siguiendo mucho el tema de las candidaturas ni los preparativos. Y es que uno a estas alturas ya está un poco cansado de ver siempre lo mismo, casi las mismas canciones, el mismo show, las mismas caras. Aunque realmente no sean las mismas sí lo son. Si hay algo que se salga de lo «normal» es para ofrecer un espectáculo bochornoso y barriobajero (en el peor sentido, claro).
Esta mañana me he enterado por los medios de la accidentada emisión de ayer. Un tal John Cobra armó un buen follón al insultar al público que le abucheaba durante y después de su «actuación» (por llamarlo de alguna manera). Buscando un poco más leo en Je Ne Sais Pop que el susodicho ha sido carne de cañón televisiva de la peor calaña y se ha arrastrado por los platós más infectos, como el de ‘El Diario de Patricia’, la meca de este tipo de subpersonas. También se ha dejado ver por internet y tiene vídeos suyos en YouTube, unos vídeos que ni me he molestado en mirar. ¿Cómo ha podido llegar un personaje así a una televisión que intenta ser seria a marchas forzadas?
Lo cierto es que el resto de candidatos tampoco eran para tirar cohetes. Tras la fugaz participación en la gala de 2008 de La Casa Azul, ahora todas las galas sin nuestro representante indie nos saben a poco. Esa es la verdad. Es una pena que en un sistema de selección por votación popular ningún indie de primera fila se haya dignado a presentarse. El voto del respetable es la única forma de que la música menos convencional (y no me refiero a un esperpento), pero imaginativa y con el gancho suficiente para representarnos en un festival del calibre del de Eurovision sea visible. Todo esto lo digo porque no tenía un candidato, todos me parecían igual que ñoños y previsibles. Todos cortados casi por el mismo patrón (incluido el inocuo Daniel Diges y el tema ‘Algo pequeñito’, que da vergüenza ajena). Abajo la imaginación. Qué le vamos a hacer.