Miedo a un planeta negro
Con el hip-hop (el de verdad me refiero) me ocurre una cosa extraña: Me da mucha pereza ponerme a escucharlo pero una vez puesto me suele parecer genial, sobre todo cuando las letras se entienden, o al menos entiendo su sentido general. Se percibe una conexión real y auténtica con el mundo cotidiano, con lo que vivimos día a día. No sé si esto le ocurre a mucha gente. Por lo general los de mi generación detestan el hip-hop solo de oídas, sin haberse puesto realmente a escucharlo como se debe. Hace algún tiempo me preocupé en documentarme sobre la historia de este movimiento musical, y es realmente fascinante. Pero esa no es la misión de este post. Únicamente quería hablar sobre Public Enemy.
¿A quién no le suena ese símbolo de un punto de mira circular sobre una silueta humana? ¿Y esa tipografía stencil con las palabras «Public Enemy»? Todos las hemos visto en camisetas, en carteles, en portadas de discos, en televisión… Pero detrás de un nombre hay también un gran grupo que sin temor a equivocarme pasan por ser de los más influyentes en la historia de la música popular del siglo XX. Cierto que no inventaron en hip-hop ni el rap, pero lo reinventaron y con ellos llegó su madurez y se puso serio. Hasta entonces –hablamos desde sus orígenes hacia 1979 hasta su fin en torno a 1985 o 1986)– se utilizaban loops sencillos y ligeros, con pocos adornos y unas letras simples y con poco contenido político y social. Es lo que se llamó posteriormente la old skool, frente a las nuevas tendencias de ritmos más complejos y elaborados y todo un repertorio de efectos, sonidos sampleados y, por supuesto, unas letras con fuerte carga reivindicativa. El hip-hop pasó a ser de un simple movimiento musical a convertirse en un altavoz de la gente afroamericana y de sus problemas e injusticias. Fue entonces cuando sobrevino el gran boom del rap.
Y Public Enemy estaban allí, en primera fila. De DJs universitarios en 1982 pasaron a debutar discretamente en 1987. Pero fue en 1988 cuando lanzaron su segundo disco ‘It Takes a Nation of Milions to Hold Us Back’, que fue considerado unánimemente como una de las piedras angulares del hip-hop y de la música popular (por ejemplo con ese gran tema que es ‘Don’t believe the hype’). Era el adiós definitivo a la old skool. Pero la fiebre por la refundación «hiphopera» llega en 1990 cuando se publicó el impresionante y apabullante ‘Fear of a Black Planet’, la confirmación de que estos chicos no iban en broma. La banda se popularizó en todo el mundo y obtuvo el reconocimiento unánime no sólo de los críticos de rap, sino también de los del pop y del rock. Parte de esta popularidad hay que buscarla en Spike Lee. En su grandísima (su mejor) película ‘Do the Right Thing’ (1990) suena el tema ‘Fight the power’, con toda seguridad su himno por excelencia. Los neoyorkinos se han ganado el respeto de todos siguiendo una carrera coherente y siempre inteligente. Nunca han dejado de experimentar y, por ejemplo, en 1991 regrabaron el tema ‘Bring the noise’ junto al grupo de heavy metal Anthrax y abrieron otra nueva senda… Como consejo os recomiendo que escuchéis sin prejuicios ‘Fear of a Black Planet’ y encontraréis muchas claves de lo que vendría después (los más evidentes son DJ Shadow, The Chemical Brothers o Prodigy, por ejemplo).
Aquí os dejó el ‘Fight the power’: