‘Akarui Mirai’
En el cine japonés hay muchísimos tópicos, y como suele ocurrir siempre unos son reales y otros no. La fama de que las películas niponas pecan de «frías» tiene parte de razón, sobre todo cuando nos ponemos a ver films como la enigmática ‘Akarui Mirai’ (en inglés ‘Bright Future’), una desconocida obra del realizador Kiyoshi Kurosawa (ningún parentesco con el clásico) producida en el año 2003. Es necesario penetrar en la capa superficial para capturar todo el sentido de la historia. Kurosawa nos entrega una pieza de difícil clasificación. Podemos catalogarla como terror psicológico, como una particular alegoría de la sociedad urbana y deshumanizada del país del sol naciente. Pero también es una cinta sobre las relaciones humanas, sobre el poder que ejercen unos seres humanos sobre otros.
Yuji y Mamoru son dos amigos y compañeros de trabajo. Mientras Mamoru tiene una fuerte personalidad, Yuji se deja arrastrar por él. La principal afición de Mamoru es la cría de medusas venenosas. Cierto día invitan a su jefe a casa. Entonces se produce el ¿accidente? ¿asesinato?. La medusa termina picando (y matando) al hombre. Mamoru es detenido e ingresa en prisión. Durante este tiempo, Yuji ha de hacerse cargo de la medusa…
Hay que estar realmente entrenado para comprender en su totalidad la profundidad metafórica que alberga la película. Por tanto no apta para ojos no educados en este tipo de cine. Formalmente es bastante austera y las secuencias siempre están al servicio del guión. Grabada en vídeo, aunque con planos generalmente cuidados y con unas interpretaciones bastante buenas por parte de los dos jóvenes, que sostienen sin problemas la tensión que requiere el argumento.