El milagro anómalo de Apeiron
Hace unos ocho años escuché por primera vez uno de los discos nacionales más extraños y únicos que jamás han pasado por mis manos. Se trataba de ‘Todo Sigue Intacto’ (Foehn, 2002) de Apeiron. La estela de su repercursión en los círculos más especializados y exigentes del pop español avanzado aún sigue hoy. En el número de noviembre de la Rockdelux se hace referencia al que hasta ahora es su único trabajo en el monográfico sobre el sello discográfico Foehn. En el disco adjunto se incluye la hechizante ‘Crépitation’, que he vuelto a escuchar después de mucho tiempo con idéntico interés. Y reconozco que no he podido evitar tener que volver a ponerla más de una y dos veces.
La anomalía de Apeiron no se queda en lo musical, ni siquiera en sus letras –que son de primer nivel–, sino en cómo dos chicos y una chica (Álvaro Lorenzo, Emilio González y Belén Rodríguez) del pueblo ourensano de Ribadavia y con apenas 18 años han podido componer un trabajo como éste y con unos medios más que precarios. Pura imaginación y talento. No se puede explicar de otra manera. Estoy convencido de que muchos jóvenes de entonces se animaron a montar proyectos similares, sin dinero ni medios pero con buenas ideas.
Lamentablemente, después de la sensación del momento llegó el silencio. Se esperaba un segundo disco para 2005. Un álbum que nunca llegaría. Álvaro y Emilio publicarían sus trabajos paralelos en 2007 y 2009 respectivamente. Pero lo importante es que nos queda la magia de ‘Todo Sigue Intacto’ y que quizás sea irrepetible. Es lo que tienen los milagros… Aquí os dejo el clip de ‘Crépitation’: