Beady Eye
Igual que el niño de ‘El Sexto Sentido’, a veces veo muertos. O más bien fantasmas. Cuando vi por primera vez el clip de la nueva banda de Liam Gallagher, Beady Eye, vi el fantasma de Oasis pululando por aquí y por allá. Reconozco que en un primer momento no me llamó en absoluto la atención, aunque la canción en cuestión (que era ‘Bring the light’) no me pareció mala y hasta original con ese piano en plan golfo, tengo muchos prejuicios y me daba mucha pereza escuchar cualquier nuevo proyecto de los de Manchester. La culpa la tienen las decepciones, una tras otra, de los últimos trabajos de Oasis. Pero al final la curiosidad ha podido y en cuanto se ha anunciado que se publicaba el disco debut de Beady Eye me ha dado por escucharlo de arriba a abajo. Y la verdad es que, aunque no ofrece nada sorprendente, es un álbum interesante y que se escucha sin problemas, aunque sea con los oídos de un fan de la primera etapa de Oasis.
Liam sigue obsesionado con el pop y el rock sesentero y, sobre todo, con John Lennon. Eso se nota a lo largo de todo el disco, pero especialmente en en segundo sencillo ‘The Roller’. ‘Different Gear, Still Speeding’, que así se llama el larga duración, es como escuchar a Oasis sin el toque del hermanísimo Noel. Ahora nos damos cuenta de que, más allá de la calidad compositiva, lo que el mayor de los Gallagher aportaba era un cierto aire de pop contemporáneo. Le restaba ese barniz rancio que tiene el sonido de Beady Eye. Ojo, con rancio no quiero decir que sea necesariamente malo.
Entre los trece temas del disco hay un poco de todo. Bonitos medios tiempos psicodélicos como ‘The beat goes on’ (para mí de lo mejor), rock clásico como ‘Beatles and Stones’ (con un riff casi plagiado del ‘My generation’ de The Who), ‘Four letter word’ o ‘Kill for a dream’ parecen descartes de Oasis pero interesantes en cualquier caso. Para resumir, ‘Different Gear, Still Speeding’ es un buen debut que debemos escuchar como lo que es, un disco especialmente dirigido a nostálgicos del britpop, pero que también disfrutarán las nuevas generaciones. ¿Asistimos a un revival? Ya lo veremos.