La semana pasada hemos estado en Londres. Era mi primera visita a la capital británica y he vuelto encantado. Es posible que muchos de vosotros también queráis visitarla, así que me he decidido a dedicar una serie de artículos temáticos con información mezclada con mi opinión personal sobre diversos aspectos de la capital, tales como transporte, lugares que visitar, cómo comer ultrabarato, curiosidades, etc. No se trata de sentar cátedra ni de dar consejos, sino tan solo de expresar lo que es estrictamente una opinión personal.
Antes de ir procuré documentarme bien acerca de informaciones prácticas para el día a día en la ciudad del Támesis y conseguir aprovechar el tiempo al máximo. La realidad que uno se encuentra siempre es algo diferente a lo que se espera, pero esa también es parte de la emoción de viajar. Este primer artículo quería dedicarlo a aquellos que visiten Londres con una cámara de fotos dispuestos a retratar cada rincón, especialmente aquellos aficionados como yo que tengan una réflex.
La luz
Lo que sorprende de viajar a Londres en diciembre son las pocas horas de luz y lo peculiar de ésta. Para un fotógrafo esto es un arma de doble filo. Por un lado se trata de una luz prácticamente de atardecer permanente que baña todo de una luz lateral un poco anaranjada que alarga enormemente todas las sombras, produciendo zonas de penumbra intensa. Si sabemos jugar con ella puede dar resultados espectaculares. El riesgo, como siempre, es dar con un día nublado. Por suerte nosotros no tuvimos más que uno. En cualquier caso, también se le puede sacar partido si sabemos manejar bien nuestra cámara.
Cuando llega la noche se abre un nuevo filón. A pesar de que Londres no es una ciudad excesivamente iluminada y muchos de sus monumentos no tienen luz, podemos conseguir grandes fotos si nos acercamos hasta el Támesis y tomamos imágenes de larga exposición apoyándonos, por ejemplo, en la barandilla de un puente (que suelen ser muy anchas). Se pueden conseguir muy buenos resultados.
¿Desde dónde y qué fotografiar?
Londres es, sin duda, una de las ciudades más fotogénicas de las que he estado (si no la que más). Todo es cuestión de gustos, eso está claro, pero si queréis sacar estampas inolvidables daos una vuelta por Hyde Park, por el entorno del Big Ben (mi encuadre favorito es desde la parte de abajo de las escaleras que conducen al embarcadero y desde el puente de Westminster), desde el London Eye (la noria), The Mall (entre el palacio de Buckingham y Trafalgar Square) o fotografiar Whitehall con el Big Ben al fondo desde lo alto de los escalones que conducen a la National Gallery. Para obtener buenas panorámicas de Canary Wharf y la City acercaos hasta el monte del Observatorio de Greenwich. Hay un mirador con algunas de las mejores vistas de la ciudad.
Otro de los aspectos interesantes de Londres es el poder hacer fotografías en los museos (excepto en los de pintura). Tanto el British Museum como los Museos de Historia Natural y de Ciencia lo permiten. Os recomiendo el uso del macro o a intentar composiciones arriesgadas con detalles de las grandes obras de las principales civilizaciones de la humanidad, de las curiosidades del mundo animal o científico o simplemente observar la reacción de los visitantes. Yo os aseguro que me pasaría días fotografiando en ellos. Son una fuente inagotable de buenas fotos.
En todas las calles del centro hay detalles que normalmente pasan desapercibidos y que pueden ser motivo de una buena fotografía. Tal es el caso de placas en las fachadas o en el pavimento, nombres de calles, a la puerta de las casas, en los callejones o en los legendarios autobuses de dos pisos. Mirad bien a todas partes, sobre todo si pasáis por los barrios más antiguos como Covent Garden o la City. Os llevaréis muchas sorpresas y veréis cosas que la mayoría no ve.
Conclusión
Ah, lo último. Si tenéis un gran angular potente no os lo dejéis en casa como me pasó a mí. En zonas como la City se hace casi imprescindible para fotografiar determinados monumentos por que están encajonados entre bloques de oficinas gigantescas (es el caso, por ejemplo, del Monument). Espero que esta miniguía os haya servido de ayuda a la hora de planificar vuestras excursiones fotográficas londinenses.