El semestre oscuro
La segunda mitad del año se presenta complicada y hasta, si se me apura, siniestra. Las medidas aprobadas por el Gobierno hoy van a suponer una pequeña y silenciosa revolución. Quizás las movilizaciones de nosotros los funcionarios ante estos atropellos y robo de derechos –tan gratuitos e impunes– no sean tan masivas, tan contundentes o tan sonadas como algunos quisiéramos, pero la procesión irá por dentro. Eso seguro. Habrá huelgas después de las vacaciones con seguimiento irregular, pero el consumo se resentirá. En mi caso es bastante dinero que ya no irá a la economía. Afortunadamente mi situación económica es buena y no vivo al día. Más bien se trata de una protesta personal dando donde más duele: en el consumo.
El túnel de la crisis será largo. Esta tarde me he enterado de que a partir de septiembre, junto con la subida del IVA, ni Juan Ramón Lucas ni Toni Garrido estarán en RNE. En Televisión Española comienzan a notarse los cambios. Ya me he sorprendido a mí mismo buscando imágenes de las protestas de los funcionarios en varios canales. Mientras en el Telediario apenas lo despacharon en unos pocos segundos, en Telecinco, por ejemplo, al menos hicieron un reportaje digno. Adiós por tanto a esa RNE imaginativa, siempre con una ventana abierta a la cultura alternativa y a una visión más amplia y original de la actualidad.
El malestar es patente, pero no sé cuánto tiempo durará. Cuánto se tardará en volver a la anestesia general, al adocenamiento cómodo de la rutina. Esperemos que en esa rutina sigamos viendo nuevos motivos para rebelarnos y no aceptar lo que se nos impone. Si el silencio ciudadano no vuelve, al menos tendremos la esperanza de que el cambio es posible. Ha llegado la hora de la lucha y de cobrarnos lo que nos roban por otros medios.