‘Submarine’
Las primeras noticias que me llegaron sobre ‘Submarine’ fue acerca de su banda sonora, un EP con canciones compuestas por Alex Turner (Arctic Monkeys, The Last Shadow Puppets). El disco era bastante interesante y desde entonces –hace unos dos años– he tenido curiosidad por ver la película. Esta producción británica fue realizada en 2010 por Richard Ayoade, conocido por el gran público por ser Moss en la comedia de situación ‘The IT Crowd’. Lo que nos ofrece en esta cinta es básicamente un ejercicio visual de estilo, reinterpretando la herencia sobre todo de los realizadores franceses de los sesenta, setenta y ochenta (me viene a la mente el trato de la adolescencia de Louis Malle o de François Truffaut. El hecho de que la historia transcurra en algún momento de los años ochenta sirve a Ayoade para aplicar una textura avejentada (mirad esos rótulos que aparecen sobreimpresionados de vez en cuando) a su película que le da mucha más credibilidad.
El joven Oliver está pasando por un momento crucial de su vida. Es un chico inteligente, metódico e introvertido. Su mundo interior a menudo supera al que le rodea. Sus padres hace ya tiempo que no se llevan excesivamente bien. Su madre se ve a menudo con un antiguo amigo de juventud que se dedica a dar charlas místicas sobre el poder de los colores. Pero un día conoce a Jordana, con quien mantendrá una extraña relación a medio camino entre la realidad y la ficción.
‘Submarine’ tiene un punto fuerte que es también su punto débil. Ayoade se centra demasiado en las formas, en la realización, en la estética. Esto por un lado está muy bien porque nos ofrece un espectáculo fresco y sorprendente, pero por otro diluye algo la historia hasta llegar a ser algo confusa. Tampoco sé muy bien si el tono caricaturesco que tiene en ocasiones la cinta es intencionado o no. Quiero pensar que sí. En cualquier caso, si te gusta la estética «british», la música de Alex Turner, los ejercicios visuales y las historias de amores juveniles, no deberías perdértela.