La próxima revolución de los materiales
Me he dado cuenta de que a lo largo de los últimos meses he recopilado casi sin querer un montón de enlaces a noticias relacionadas con nuevos materiales que podrían cambiarnos la vida, ya sea a pequeña escala o a nivel industrial. Posiblemente en los próximos años veremos una revolución en los materiales. La nanotecnología, el reciclaje, o la democratización de la fabricación de objetos serán conceptos familiares en breve.
El sugru, un humilde comienzo
Empezó siendo un proyecto universitario de una estudiante irlandesa y se ha convertido en un pequeño fenómeno. Bajo el extraño nombre de sugru se esconde una pasta sintética basada en silicona que tiene propiedades asombrosas. Durante las primeras 24 horas podemos moldearlo como si fuera plastilina y adosarlo a todo tipo de material sin peligro de que se despegue. Cuando se solidifica adopta una textura gomosa muy flexible y a la vez tremendamente resistente, tanto al calor como al frío o al agua. Puede parecer una tontería, pero se trata de una mini revolución de los materiales que hace, pongamos, diez años sería impensable.
Impresoras de objetos, una realidad
La segunda revolución material, que ya está aquí, es la de las impresoras tridimensionales o impresoras de objetos. Hace años, en este blog, dediqué una entrada a este tema. Desde entonces he venido siguiendo la pista a todos los avances en este campo. En la actualidad se están empezando a comercializar algunas a precios todavía altos (unos 1500 euros la más barata) pero ya lejos del amateurismo de antaño. El sector está comenzando a bullir en técnicas, ideas, materiales a usar, etc. Como bien aciertan a decir en este artículo dentro de poco tiempo las patentes que se desarrollan ahora serán adquiridas por las grandes de la impresión (Epson, HP, etc) para construir sus modelos en masa y abaratarlos. Tal vez en el futuro todos tendremos una en nuestra casa donde «imprimiremos» nuestros objetos cotidianos.
El grafeno, material del futuro.
Varias noticias me hacen pensar que el grafeno será al siglo XXI lo que fue el aluminio y el plástico al XX. Por un lado, la inversión de mil millones de euros que la Unión Europea dedicará a investigar este material no son una noticia baladí. Es el futuro. Otra de las informaciones que tenía guadada en mis marcadores es la del asombroso descubrimiento de que el grafeno tiene la propiedad de convertir la luz solar en electricidad.