Viaje a la verde Irlanda
Entre el 29 de agosto y el 8 de septiembre tuvimos la oportunidad de visitar Irlanda. Después de posponerlo varios años por problemas de logística y de encontrar una organización adecuada, finalmente este año pudo ser. Un recorrido dentro de lo que once días permite. Han sido tres «centros de operaciones»: Dublín (visitando además las ruinas de Glendalough), Galway (con excursiones a los acantilados de Moher y a las islas Aran) y Cork (con visita al castillo de Blarney y su Piedra de la Elocuencia). El periplo nos demostró que aún queda mucho de británico en sus edificios y en sus habitantes y costumbres, que la fiesta es casi continua en Dublín y en Cork, que el alcohol hace estragos entre los locales a pesar de su venta muy restrictiva, y que el clima irlandés es… el clima irlandés. Como dirían Crowded House, cuatro estaciones en el mismo día. Excepto nieve y huracanes, vivimos todo tipo de inclemencias en muy corto periodo de tiempo. La comida no es el fuerte de la Isla Esmeralda, los fish and chips británicos omnipresentes, la patata y el beicon (realmente filetes de cerdo cocido de un grosor considerable). Y, a pesar de la cantidad de ganado ovino, ausencia casi absoluta de quesos locales.
Todos estos días de viaje por tierra en tren y bus y por mar en barco quedan reflejados en 234 fotografías repartidas en las 17 galerías dedicadas a Irlanda que acabo de colgar en Cromavista. Espero que os gusten.