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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
30 de noviembre de 2007

‘Zamora en imágenes’ se renueva

Una captura de la web

Por fin, y tras varios meses de preparativos y desarrollo, está lista la nueva web de ‘Zamora en imágenes’. Con esta son ya seis las versiones realizadas, mejorando a cada nuevo paso. Este es, posiblemente, el cambio más profundo que sufre la web. No por la estética ni por la programación, que también han mejorado, sino porque he renovado absolutamente todas las fotografías. Si hasta ahora ‘Zamora en imágenes’ tenía 171 vistas a un tamaño máximo de 400×300 píxeles, ahora son 243 a una resolución máxima de 2000×1330 píxeles. La mejora salta a la vista. Pero este tamaño máximo es sólo una opción. Por defecto las fotos salen a 600×400 píxeles y las miniaturas a 125×75 píxeles. Tampoco he escatimado en la calidad de compresión. Cada una de ellas «pesa» entre 700 Kb y 1,5 Mb, con lo que el nuevo ‘Zamora en imágenes’ ha «engordado» bastante hasta llegar a los 230 Mb.

Como novedad he incluido una opción que he llamado ‘La caja de zapatos’ y que permite descargar todas las viejas fotos de las antiguas versiones en un paquete comprimido. Y hablando de opciones, como siempre me queda la asignatura pendiente de las panorámicas. Prometo incluir algunas dentro de poco, cuando investigue lo suficiente para poder manejarme con el QuickTime VR.

Breve diario de ‘Zamora en imágenes’

Las primeras ideas sobre la nueva web surgieron a finales del año pasado. No eran más que buenos propósitos y no llegué a concretar nada. Simplemente tenía algo en la cabeza que aún no sabía como plasmar. En mayo de este año intenté poner en claro qué es lo que quería hacer, cómo quería organizar la web, cómo tendría que estructurar la base de datos y algunos otros aspectos generales.

Hacia junio tuve que elegir cómo quería programarla. Si quería reforma o ruptura. La ruptura suponía comenzar desde cero. Nueva programación, nuevo concepto de web… Aunque tenía tiempo, no me apetecía meterme con nuevas tecnologías de desarrollo. Pensé que lo realmente importante eran las imágenes, y el contenedor de esas imágenes debía ser atractivo, pero no requería grandes alardes de programación. Además los usuarios no notarían mucho esos cambios.

En julio llegaron las vacaciones en Zamora. Era el momento perfecto para pasar a la acción y hacer las nuevas fotos que irían en la web. Entre los meses de julio y agosto tomé 1329 fotografías de casi todos los rincones de la ciudad. No hace falta que diga que el trabajo de selección de las imágenes fue muy largo y constó de varias fases hasta que por fin quedaron las afortunadas. A él dediqué prácticamente todo el mes de septiembre y parte de octubre, salvo algunos días para crear los primeros prototipos (por cierto, todos fracasados) del futuro interfaz de la web.

Una vez que seleccioné las imagenes, era el momento de procesarlas, corregir el color, crear los diferentes tamaños y encontrar el ratio de compresión óptimo para cada uno de los formatos. A continuación era el momento de la documentación, de buscar información de todos y cada uno de los monumentos y lugares para incluirla en la base de datos. Éste fue el trabajo más tedioso. Me tomé mi tiempo para hacerlo.

Las últimas dos semanas de noviembre las dediqué a la programación y el diseño del interfaz. En cuanto a la programación resolví algunos problemas con el buscador de imágenes y mejoré el método de carga de las fotos.

El interfaz

A la hora de ponerse delante del ordenador a diseñar el interfaz de una web es bueno tener una idea de lo que se quiere hacer, aunque en el caso de ‘Zamora en imágenes’, esto no fue del todo productivo, porque me cerré demasiado al diseño que quería hacer y me olvidé de otras posibilidades mucho más rápidas y con resultado tan bueno o mejor. Es cierto eso que dicen de que más vale mejorar algo que tengas hecho que comenzar de cero en cada nueva versión. Esa máxima la he aplicado en este caso. Lo importante eran las fotos, por eso el interfaz debería ser lo menos «intrusivo» posible. Opté por colores uniformes que no molestaran y que realzaran las fotografías, que es el objeto de la web.

La programación

Tenía bastante claro que quería mejorar la navegabilidad de la web y eliminar la recarga de toda la web cada vez que se quiera visualizar una fotografía. Para ello he tenido que traicionar en cierto modo el uso de los estándares de la W3C. Esto suponía dar un salto al vacío, porque me podía crear nuevos problemas a la hora de probar la web en varios navegadores y sistemas operativos (Internet Explorer y Firefox en Windows, Safari y Firefox en Mac OS X y Firefox y Konqueror en Linux). Por suerte, las pruebas fueron bastante bien y los errores se solucionaron, aunque no sin algunos esfuerzos y disgustos por mi parte. Tal fue el caso del Internet Explorer, al que me costó «domar» un par de días.

Pero como siempre pasa en estos casos, muchas buenas ideas que quería aplicar se han quedado por el camino, víctimas de las incompatibilidades y de las inconveniencias graves. Es el caso de las capas semitransparentes, las animaciones de precarga o los mapas de Microsoft Virtual Earth.

En definitiva…

Ahora ya sólo queda disfrutar de la web y desearos que os gusten las fotos. ‘Zamora en imágenes’ está licenciada bajo Creative Commons, que permite el uso libre de las imágenes para propósitos no comerciales siempre que se cite la fuente donde fue obtenida y se me comunique dónde aparecerá.

25 de noviembre de 2007

Faz, revista sobre diseño de interacción

Portada de la revista

El diseño de interacción es quizás uno de los aspectos más importantes del éxito de un sistema interactivo, ya sea éste una aplicación informática, un sitio web, el menú de un reproductor de DVD, un manual de instrucciones o un servicio automatizado de atención telefónica. El desarrollo de interfaces siempre me ha interesado precisamente porque es la parte visual de todo proyecto y la clave de su atractivo. Un atractivo que va mucho más allá de lo puramente estético. Los interfaces no sólo han de ser agradables al uso, sino sencillos, intuitivos y deben adelantarse al propio usuario. Cada día interactuamos en nuestra vida con muchos sistemas y su progresión va en aumento.

El otro día descubrí una nueva revista sobre diseño de interacción llamada Faz. No nace con la vocación de llegar a todos los públicos, pero es una estimable fuente de información para profesionales, aficionados y curiosos. El primer número de Faz se presenta en formato revista PDF bajo un diseño exquisito. Sus artículos están firmados por algunos de los grandes teóricos de la interacción en el mundo hispano.

La publicación cuenta con artículos sobre el dilema especialización contra homogeneización, sobre interfaces e intuición, una comparación formal entre la web española y la chilena, una entrevista con Eduardo Manchón sobre mapas interactivos en sistemas de navegación GPS, un interesante reportaje sobre los cajeros automáticos y muchos más contenidos. Le he echado una ojeada y merece la pena leerla con detenimiento.

10 de noviembre de 2007

50 años de Helvetica

No es ninguna novedad decir que la Helvetica es uno de mis tipos favoritos. Precisamente este año cumple 50 años desde que Max Miedinger y Edouard Hoffmann diseñaron la tipografía más popular de todos los tiempos. Estoy esperando a que salga por fin el documental ‘Helvetica’ del que ya hablé por aquí. La fecha de lanzamiento, si no se aplaza de nuevo, será el 20 de noviembre. De momento sólo puede reservarse por 20 dólares más gastos de envío (otros 12 dólares).

En estos 50 años, la tipografía Helvetica se ha hecho omnipresente. Como curiosidad, logos de compañías multinacionales tan importantes como 3M, American Airlines, Jeep, AT&T, Panasonic, McDonalds, Microsoft o Lufthansa han adoptado este popular tipo. Por mucho que intente ser sustituida por otras teóricamente más modernas, la simplicidad de la Helvetica la hacen una tipografía atemporal que seguirá utilizándose dentro de cien años.

El MOMA de Nueva York rinde un homenaje a la Helvetica montando una exposición que permanecerá abierta hasta el 31 de marzo de 2008.

6 de noviembre de 2007

El Seat Ibiza de Podadera

Dos fotos de diferentes modelos del Ibiza de Podadera

El otro día echando un vistazo en un foro de coches encontré un hilo sobre uno de los vehículos españoles «de culto» de los años ochenta. Recibió varios nombres: Seat Ibiza Raider, Seat Ibiza Podadera, Podadera Aníbal F100… Se trataba de un cupé basado en un Seat Ibiza 1.5 de 1986 con múltiples modificaciones en la carrocería. Su artífice era Francisco Podadera, diseñador profesional. Con ayuda de la empresa turolense Carrocerías Barber e Hijos consiguió hacer realidad el proyecto. Yo conocía este asunto a través de una revista de coches, Motor 16, que contaba la noticia en un número de 1986 que leí de pequeño.

Entre sus principales características contaba con un acabado más deportivo que incluía faros delanteros escamoteables, una zaga diferente y múltiples modificaciones en un motor SXI hasta conseguir 105 caballos de potencia. También se pensó en una versión cabrio, aunque no sé si finalmente se llevó a cabo. Visto hoy, el resultado para mi gusto es horrible, aunque en su día no desentonaba demasiado con otros utilitarios deportivos.

Lo que desconocía es que el prototipo llegó a comercializarse, aunque se fabricaron muy pocas unidades, siempre en colores negro, rojo, amarillo o blanco. Hoy se ha convertido en una curiosidad más y quizás en un objeto de coleccionismo difícil de conseguir.

2 de noviembre de 2007

Toque español en el skyline neoyorkino

Una recreación infográfica sobre el proyecto

Alberto me cuenta el proyecto que el arquitecto Santiago Calatrava tiene previsto para Nueva York. Lo cierto es que Calatrava no es uno de mis arquitectos favoritos, pero tengo que reconocer que la torre residencial 80 South Street me ha resultado de lo más original y rompedor. Se trata de una estructura de 12 cubos de cristal superpuestos inspirada en una escultura del propio autor diseñada en 1985.

Su altura estimada será de unos 250 metros y tendrá 56 plantas. Está previsto que esté terminado hacia 2009. Los apartamentos más baratos costarán unos 20 millones de euros. Sin duda un edificio privilegiado con vistas excepcionales de Nueva York y de la bahía del río Hudson sólo para privilegiados.

27 de octubre de 2007

Nuevo El País (y II): los suplementos

A día de hoy, la renovación de El País y todos sus suplementos ya se ha producido. Finalmente sólo han cambiado Domingo, Babelia y, por supuesto, El País Semanal, que deja de ser EP[S]. Cada uno de ellos conserva su personalidad, pero quizás han sido «uniformados» en exceso, con tipografías similares y maquetación demasiado seria.

Domingo. El suplemento de información de los domingos ofrece fotografías más grandes, más texto y una ordenación de tipos más coherente que en el propio diario. Se recurre a la Benton Sans para el encabezado de «Domingo» y para textos pequeños, a la Arnhem para los titulares, algunos de un tamaño bastante grande. Para el cuerpo de los textos se sigue utilizando la Utopia, igual que hasta ahora. Como dije antes, me resulta un diseño conservador y demasiado serio.

Babelia. El suplemento cultural de los sábados sigue un poco esta filosofía, aunque para mi gusto la maquetación es bastante mejor, más variada y con personalidad muy marcada. Portada con foto a todo color y el encabezado con el título de Babelia y el número en blanco. Se ha elegido la Mercury Display y de nuevo la Benton Sans. Estos tipos se irán repitiendo a lo largo de todo el suplemento para los títulares y la «letra pequeña» respectivamente. Para el cuerpo, al igual que en el resto de los suplementos, se conserva la Utopia. Igual que en Domingo, los titulares a gran tamaño me parecen un acierto, porque le dan un toque moderno y rompen algo la uniformidad del diseño.

El País Semanal. El gran clásico de los suplementos de El País sufre su primer gran cambio del siglo XXI de la mano de Óscar Mariné. Recordemos que el anterior diseño data de 1999 y ya iba necesitando un lavado de cara. Paradójicamente la portada con vocación minimalista, seria y muy moderna no se corresponde con lo que el lector se encuentra dentro. Tipográficamente, El País Semanal recoge casi todos los tipos del diario y del resto de los suplementos. Fuentes de las que he hablado ya como la Benton Sans, la nueva Majerit o la Mercury Display se mezclan con bastante coherencia y siempre en color negro. Son tipos modernos, unos serif y otros sans-serif que combinan bien. El País Semanal consigue ser vanguardista, pero con una apariencia clásica. Se ha diseñado de una manera que permite mucha flexibilidad, utilizar imágenes grandes para presentar un artículo y jugar con los espacios vacíos (ver la página 102 del domingo 21).

Desconozco si el voluminoso primer ejemplar de la nueva etapa es sólo por ser el primero o si se mantendrán las 178 páginas a lo largo de todos los domingos. Lo cierto es que dan para mucho: tres secciones principales, ‘Intro’, ‘Reportajes’ y ‘Estilos de Vida’, cuatro «columnistas», ocho extensos y muy variados reportajes y las clásicas secciones de gastronomía, arquitectura, moda, salud, tecnología.

En definitiva, el diseño parece haberse elaborado con la idea de la permanencia, de convertirse en un clásico alejado de las modas.

22 de octubre de 2007

Nuevo El País (I): el diario

Portada del nuevo El País

Por fin ayer fue el día de tener el nuevo El País en las manos no sin cierta odisea, porque a las once de la mañana estaba agotado en casi todos los quioscos que visité (que no fueron pocos). Nada más verlo, la primera impresión es de limpieza. Muchos de los elementos que habían «ensuciado» el diseño ya no estaban. El primer reto de conseguir una maquetación adaptada a los nuevos tiempos, pero sin perder el clasicismo tan típico de El País, estaba conseguido.

Una de las principales novedades, tanto en forma como en forma es la divisón del periódico en dos partes. Por un lado las noticias puras y duras junto con la opinión y por otro el resto (incluso los deportes), bajo el epígrafe nuevo de «Vida&Artes». Esta separación por zonas afecta no sólo a los contenidos, sino al formato. Una buena idea a mi juicio, menos en el nombre de «Vida&Artes».

La forma

La tipografía

En un segundo vistazo me centré en los tipos utilizados. La nueva Majerit resultó ser sobre el papel más legible que la demasiado estrecha Times Roman, aunque estéticamente me gusta más esta última. Los cuerpos de los artículos son también mucho más sencillos de leer con este cambio. En las secciones de noticias puras y duras, los titulares van en negrita, mientras que en el resto se ha optado por la regular, que no me acaba de convencer del todo. Para titulares de deportes se ha optado por una vieja conocida, la Franklin Gothic LT en varias de sus versiones.

Para los encabezados de página con los rótulos de El País y la fecha se ha elegido la Benton Sans, una sans-serif moderna y resultona. El mismo tipo se utiliza también para designar las secciones de la parte de noticias. Por último, los maquetadores del diario utilizan la Freight Sans para los textos más pequeños, tales como los pies de foto, los nombres y ciudades de los corresponsales y redactores de las noticias o los que acompañan a los gráficos. Muy utilizada en la sección de Televisión y Deportes.

Uso del color

Otra de las novedades es que todo el diario va a color. Y no sólo las fotos. También los rótulos de las secciones (en gris azulado para la parte de las noticias y un bonito azul vivo para «Vida&Artes»). Para destacar los nombres propios en los antetítulos de las entrevistas y en algunos artículos de opinión se la optado por un rojo oscuro discreto y elegante. Incluso la viñeta de Forges va con un tímido toque de color. Los sombreados grises repartidos por todo el diario realzan aspectos de la información bastante acertadamente.

Críticas

En general el uso de los nuevos tipos es buena, aunque causan confusión estética en algunos lugares concretos del periódico donde se unen tipografías diferentes que no combinan demasiado bien o no han sido diferenciadas suficientemente. Esto ocurre por ejemplo en el texto del pie de foto del terrorista (página 16 de la edición del pasado domingo) que casi se confunde con el texto del cuerpo del artículo. En cualquier caso pequeños detalles que seguro que se van a corregir.

El fondo

Pero los cambios no sólo han sido estéticos. No sé si habrá sido impresión mía, pero la redacción de los artículos me ha parecido menos densa, más accesible, más comprensibles. Todo ello sin caer en la simplificación o en el sensacionalismo. El orden de las secciones se ha alterado ligeramente. Después de «Internacional» y «España» viene «Economía» para sucederle las páginas de opinión. Después la ya mencionada «Vida&Artes» con el resto de las noticias de sociedad, deportes, tecnología, cultura, televisión, cine, teatro y demás.

Conclusión

El nuevo El País aspira a convertirse en el diario de referencia en habla española y está dando los pasos necesarios en la dirección correcta. A la visión globalista que siempre tuvo se añaden ahora el poder de internet con su capacidad de globalizar aún más la información. Los cambios no hacen más que avanzar por esa senda a que todo gran medio debe aspirar. El País ha sido hábil en potenciar esta faceta, ya que hoy día todos los diarios nacionales tienen vocación puramente nacional, relegando la sección de Internacional a transcribir notas de agencia. Los diseñadores Ally Palmer y Terry Watson han hecho un buen trabajo.



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