Llevo una semana probando el nuevo Google Maps. Este servicio del gigante multicolor se ha transformado completamente y, como veremos, el cambio ha sido para mejor en la mayoría de los casos, pero también echo de menos otras muchas que esperemos que sean incorporadas en el futuro. Como ya sabéis, Google Maps es para mí, junto con el propio buscador y con Gmail, el servicio más interesante y útil de la compañía. Ha cambiado la forma que tenemos de ver los mapas y el mundo desde que en 2005 se anunció su lanzamiento. A partir del mismo momento de su lanzamiento, Maps se ha actualizado con nuevas funciones como –la más espectacular– Street View. Pero vamos con mis impresiones acerca de este gran cambio de interfaz.
Lo primero que sorprende agradablemente es que los mapas ocupan toda la pantalla. Los usuarios de pantallas pequeñas lo agradecerán. A partir de aquí ponerse a manejar y desplegar todas las prestaciones es algo puramente intuitivo. En la parte superior izquierda tenemos una caja de búsqueda que si bien no he notado ninguna diferencia en su funcionamiento, nos encontramos con que los resultados se muestran directamente en el mapa, olvidándonos de esas listas que aparecían en la franja izquierda de nuestro mapa. Otra novedad es que haciendo clic en cualquier parte del mapa nos ofrece información sobre ese lugar en un recuadro bajo la caja de búsqueda, incluyendo la vista Street View cuando está disponible. Por tanto nos olvidamos del muñequito amarillo y de arrastrarlo sobre el mapa en las zonas azules. Ahora no tenemos forma de saber dónde hay Street View y dónde no. Eso es una cosa que no me termina de convencer.
Y si hablamos de cosas que no me convencen, es hora de pasar a lo que no me gusta del nuevo Google Maps. En primer lugar, han desaparecido las vistas de 45º. En algunos lugares han sido sustituidos por vistas tridimensionales que, además de lentas, son de una calidad horrible (muy diferentes de las de los Apple Maps). Y además sabes que no son reales, son simples modelados con una textura. Así que aquí he de entonar un ¡Viva Bing Maps! Esperemos que el sentido común de la gente de Google les haga recapacitar sobre este aspecto. Una cosa que echo de menos es la posibilidad de usar la función de imágenes históricas de Google Earth.
Siempre es un gusto escuchar un nuevo programa de radio, mucho más cuando trata temas que siempre me han interesado. Su nombre es en realidad una broma –‘La Escóbula de la Brújula’– bajo el que se esconden viajes, lugares ocultos, historia, tecnología de vanguardia, etc. Ya existen varios programas que hablan sobre ellos. Principalmente ‘La Rosa de los Vientos’ de Onda Cero, del que soy seguidor desde hace ya más de diez años. De hecho, muchos de los antiguos colaboradores del programa se han unido en esta nueva aventura radiofónica.
Me refiero a nombres míticos como dos de las famosas «cuatro C», Carlos Canales y Jesús Callejo, que a su vez son el alma del proyecto. También encontramos a Juan Ignacio Cuesta, otro viejo conocido. A ellos se suman otros nombres de este mundillo como David Sentinella o Miguel Zorita entre muchos otros. La idea es dedicar cada programa a un destino del planeta, contar sus misterios, sus lugares más emblemáticos, sus leyendas… Otras secciones estarán dedicadas a la tecnología que viene, a los cuentos populares y sus orígenes, a la pintura y –esto me ha llamado agradablemente la atención– otra dedicada a desmontar mitos del mundo del misterio.
Son casi dos horas de entretenimiento que se emite en Madrid a través de Radio Enlace, en el 107.5 de la FM. Para los que vivimos fuera cada entrega puede escucharse y descargarse en su página web y en su futuro podcast (ojalá lo cuelguen pronto). En definitiva, otro programa más para añadir a la lista cada vez más amplia de espacios radiofónicos interesantes.
El mundo de los documentales ha experimentado un gran empuje con el surgimiento de internet y el abaratamiento de los medios necesarios para producirlos. También han cambiado los conceptos sobre los derechos de autor. Por ejemplo, el documental ‘The Pirate Bay. Away From Keyboard’, dedicado a la famosa página de intercambio de enlaces torrent, se distribuye bajo la licencia Creative Commons. Se puede comprar, sí, pero también ver o descargar gratis a cualquier resolución.
Su director, Simon Klose, siguió a los chicos desde el anuncio de la demanda de la industria norteamericana por violación de copyright en 2008 hasta la sentencia definitiva de 2012. Bajo una estética cámara en mano, mezclando diferentes resoluciones y fuentes, Klose cuenta el calvario de los cuatro suecos fundadores de The Pirate Bay (Carl Lundström, Gottfrid Svartholm, Fredrik Neij y Peter Sunde) a lo largo de ese tiempo. Se intercalan además «flashbacks» con imágenes de la redada realizada por la policía en 2006, donde fueron confiscados los servidores. Aunque no resulta aburrido en ningún momento, se centra excesivamente en la parte judicial, en fragmentos de los testimonios ante el tribunal, frente a la vida personal y la repercusión del proceso a lo largo del mundo. Precisamente por eso el resultado no ha convencido ni a los propios protagonistas.
Para mi gusto, efectivamente, los mejores momentos del documental están fuera de las salas de la Corte Suprema sueca. Por ejemplo en su entorno. The Pirate Bureau y su autobús, la manifestación antiracista, las falsas conexiones de The Pirate Bay con la extrema derecha del país nórdico o el momento en que se muestra el rack con los servidores donde se aloja la web, situada en un lugar secreto de Suecia para evitar su desconexión. De hecho, a día de hoy, la web está operativa al mismo tiempo que fuera de la ley.
Un documental muy recomendable e interesante tanto para aquellos interesados en la informática e internet como para aquellos que creen en la libertad de internet por encima de las grandes corporaciones audiovisuales. Os dejo con el vídeo subtitulado en castellano:
El mundo de la fotografía es tan amplio y ha tenido un desarrollo tan grande con internet que abarca campos de lo más variado. Una de las ramas más espectaculares y que lleva ya algunos años de moda son las panorámicas gigantes o «gigapans». Se trata de imágenes compuestas de decenas, cientos o incluso miles de fotografías tomadas sistemáticamente a través de una plataforma motorizada que dirige el enfoque y el disparo de forma automática. Se suelen utilizar focales grandes para conseguir ese efecto tan increíble de llegar a los detalles más minúsculos de, por ejemplo, la panorámica de una ciudad.
Hasta la fecha, la imagen más grande realizada mediante este método es una panorámica de Shangai, que tiene un tamaño de –ni más ni menos– 272 gigapíxeles (o sea 272.000 megapíxeles). Para haceros una idea de sus dimensiones, partiendo de una vista general de la ciudad puede llegar a verse sin problemas un pequeño papel en el suelo o el reloj de pulsera de los transeúntes. Me parece muy interesante ver los detalles que normalmente no se ven en una ciudad, escondida siempre detrás de sus monumentos, que se llevan siempre toda la atención.
En la red existe muchísima información en castellano y en inglés sobre este tema, sobre los aparatos en los que acoplar nuestra cámara, sobre cómo hacer una panorámica gigante y, por supuesto, cientos de estas panorámicas. Por limitarnos al producto nacional, las más espectaculares son quizás la de Sevilla, de 111 gigapíxeles o las de Madrid y Barcelona (de unos 40-60 gigapíxeles), creadas por los chicos de lainformación.com. En la web oficial de Gigapan podéis ver muchas más.
A los que nos gusta bucear por la historia de la televisión, internet se ha convertido en nuestro principal aliado. Allí hemos podido volver a ver numerosos programas, series o incluso publicidad que casi creíamos olvidados. Esta faceta nostálgica es posiblemente una de las más explotadas por los usuarios de la red de redes. Y si hablamos de historia de la televisión en España, tenemos que hablar obligatoriamente de uno de sus programas clave, ‘Un, Dos, Tres… Responda otra Vez’. Ideado y realizado por Narciso «Chicho» Ibáñez Serrador, se constituyó desde un principio en un clásico absoluto. Cuando se estrenó, el 24 de abril de 1972, era pura vanguardia, mezclando el concurso de preguntas con actuaciones cómicas, musicales, de magia e incluso visita de personajes ilustres. En realidad se involucraba a los concursantes en la temática de cada programa, formando parte del guión de una función muy bien ideada.
La trayectoria del ‘Un, Dos, Tres’ abarcó más de tres décadas, unas con más éxito que otras, y con años de ausencia entre etapa y etapa hasta que llegó su final ¿definitivo? el 11 de junio de 2004. 411 programas de los cuales algunos entusiastas y fans van rescatando emisiones completas o fragmentos. La web de RTVE también aporta su granito de arena con algunos programas completos y fragmentos. Especialmente, el trabajo de los chicos de lawebdelundostres.es es increíble, recuperando y digitalizando ¡cientos! de clips con programas enteros y trocitos en su canal de YouTube. Personalmente prefiero las emisiones completas.
Hasta la fecha, esta es la lista de entregas del ‘Un, Dos, Tres’ que pueden verse completas:
Por fin, y después de años esperándolo, se ha estrenado la web del archivo del NO-DO, el noticiario documental que desde 1947 hasta 1981 era emitido en el cine antes de cualquier película y que, sobre todo al principio, era el único contacto visual que los españoles tenían con el mundo exterior. Evidentemente se trataba de un informativo muy sesgado y en el que el régimen mostraba lo que se quería que se viera. Pero a pesar de todo es un testimonio único de todas esas décadas.
Este archivo se ha integrado en la web de Radiotelevisión Española, y forma parte de lo que será el sitio de la Filmoteca Nacional. De momento, aparte del NO-DO, sólo hay algún documental y alguna película, pero irá creciendo con el tiempo. O al menos eso esperamos. Se ha dividido por décadas, de forma que podemos listar todos los vídeos cronológicamente, hacer búsquedas por palabra y también por fecha. Además, cada NO-DO cuenta con secciones a las que podemos acceder directamente.
Si os interesa bucear por archivos como a mí, seguro que disfrutaréis echando un vistazo a esta web.
He estado echando un vistazo atrás en mi archivo y hace más de dos años y medio que no actualizaba mi página de fotografías de Zamora ‘Zamora en Imágenes’. La segunda página más antigua de las que tengo en activo –fue lanzada como parte de rmweb en 2000– llevaba demasiado tiempo sin nuevo material. Pues por fin, y tras algunos meses con la actualización pendiente de ser realizada, aquí están las nuevas 41 imágenes de la web.
Por un lado amplío el recorrido temático sobre el modernismo zamorano hasta –si no me equivoco– tener fotografiados todos los elementos de este estilo que hay en la ciudad. Y por otro he sustituido algunas imágenes antiguas que ya no se correspondían con la realidad, como la remozada iglesia de Santiago del Burgo o la del Santo Sepulcro. También hay un hueco para nuevos templo, como el del Espíritu Santo, que era la única iglesia románica que faltaba en la web. Otra de las novedades interesantes es la fotografía de interiores, que hasta la fecha no había tenido cabida.
Pero cuanto uno más actualiza la web más se da cuenta de que otros rincones que merecen ser fotografiados de la ciudad no están incluidos. En mi nueva lista ya hay seis nuevos objetivos, aunque algunos aún no están finalizados. En un plazo más largo me propongo hacer una reforma de la web para hacerla más «amigable», con nuevas características que hagan más fácil la navegación.
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