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La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
22 de noviembre de 2007

Ratatat, o cuando los robots tocan las guitarras

Imagen promocional de Ratatat

No hace mucho tiempo que llegó a mis manos el último disco del dúo neoyorkino Ratatat ‘Classics’ (XL Recordings, 2006). Como puede verse, no es un trabajo reciente, pero es ahora cuando la banda se está dando a conocer, al menos en Europa. Buena parte de la culpa viene de sus demoledores directos. Pero no, no hablamos de una banda de rock, ni de heavy metal. Ratatat han elegido el camino de los instrumentales mitad electrónicos mitad eléctricos que en ‘Classics’ tienen vocación precisamente de eso, de clásico. No me refiero a ser referencia obligada para las generaciones futuras, sino a que el corte de sus composiciones nos remite a la música clásica.

Por eso quizás nos pudieran recordar a unos Tortoise sin referencias jazzísticas o al hieratismo de Boards of Canada, pero seguramente el símil no sea del todo ajustado. Ratatat usan en algunos temas órganos casi religiosos. Podemos encontrar además desarrollos lentos pero imparables, nunca estridentes, como si midieran cada uno de los acordes. Se ha dicho, y creo que con mucho acierto, que Ratatat suenan como «si un robot tocara la guitarra». Y si esto fuera poco, hay algo que también lo emparenta con el hip hop. Los ritmos sincopados y las bases sampleadas parecen esperar a que un MC comience su fraseo. De hecho han remezclado a los grandes del ritmo urbano en sus ‘Mixtapes’ que pueden descargarse gratuitamente desde su web oficial.

Para hacerse una idea de quiénes son, lo mejor es escucharlos, bien a través del MySpace de la banda, de sus dos disco publicados hasta la fecha ‘Ratatat’ (XL Recordings, 2004) y el antes mencionado ‘Classics’, o ver un vídeo no oficial de ‘Wildcat’, el primer sencillo de su segundo trabajo:

13 de noviembre de 2007

‘La Revolución Sexual’ es lo nuevo de La Casa Azul

Una foto promocional para el nuevo disco de La Casa Azul

Esta temporada está siendo la del resurgimiento de los grandes grupos nacionales. Retornos memorables como los de Lagartija Nick, la de sus primos hermanos Los Planetas, Mus o Souvenir. Es una suerte comprobar como algunas de mis bandas españolas favoritas siguen en buena forma. Quizás por esto el esperadísimo nuevo trabajo de La Casa Azul ha sido una decepción relativa. No sé si esperar cuatro años ha merecido la pena. No quiero decir que sea un mal disco, pero esperaba algo más.

Tanto su EP de debut ‘El Sonido Efervescente de La Casa Azul’ (2000) como su primer largo ‘Tan Simple como el Amor’ (2003) o incluso algún sencillo perdido, por ejemplo ‘Como un Fan’ (2005), con bastante material nuevo, habían mantenido el listón muy alto con melodías inspiradas y letras con las que uno se podía identificar fácilmente.

El nuevo álbum de La Casa Azul, ‘La Revolución Sexual’ (Elefant Records), es tan efectista (forzadamente efectista diría yo) como su portada. Demasiados fuegos artificiales para encubrir unos temas que quizás no sean tan buenos como los de su predecesor. Por supuesto que hay buenas canciones. Reseñar especialmente ‘La nueva Yma Sumac’ o ‘El momento más feliz’.

9 de noviembre de 2007

‘Quadrophenia’ y los mods

Más o menos por ahora hace diez años desde que vi por primera vez ‘Quadrophenia’, la película dirigida por Franc Roddam en 1979 que relata la vida de Jimmy Cooper, un chico de los recados que en su tiempo libre se transforma en mod. Está basada en una de las más exitosas obras de The Who. La película es uno de los símbolos del movimiento mod y recoge toda su filosofía de vida, desde las Lambrettas y las parkas hasta las típicas luchas con los rockers en las playas de Brighton (basadas en los hechos reales sucedidos en 1964), pasando por las purple hearts y por supuesto la música.

Como curiosidades decir que Sting hace el papel de As de Oros, el mod con más estilo de la ciudad y que el actor que interpreta Jimmy es Phil Daniels y apareció en el videoclip ‘Parklife’ de Blur. Para saber más sobre el movimiento mod os recomiendo que leáis el artículo que escribí en 2001 para mi web personal.

Aquí dejo una de mis escenas favoritas de ‘Quadrophenia’, en la que Jimmy, desesperado y furioso porque están a punto de quitarle a su chica en un baile agarrado, quita el disco que suena (si no me equivoco es ‘Rhythm of the Rain’ de The Cascades) y pone, entre el desconcierto y el delirio general, el ‘My Generation’ de los Who:

31 de octubre de 2007

Xabel Vegas y Las Uvas de la Ira

Una foto promocional de Xabel Vegas

No son pocos los discos que últimamente pasan por mis manos. Pero casi ninguno termina quedándose en mi cabeza y teniendo la necesidad de escucharlo de nuevo. Uno de esos raros ejemplares es el mini-CD ‘Canciones Sobre Traiciones y Mentiras’ de Xabel Vegas y Las Uvas de la Ira. El ex de Manta Ray se estrena en solitario con un puñado de temas que inevitablemente nos recuerdan a su hermano Nacho. Encontramos cortes de gran intensidad, una voz trémula con un timbre y una entonación muy similar al autor de ‘Cajas de Música Difíciles de Parar’.

En estos cinco temas Xabel se revela como un buen letrista y con contenidos que parece que tienen mucho de autobiográfico. No en vano puede considerarse como un «cantautor de folk de alto voltaje». Muy recomendables ‘Nuestra sociedad secreta’ o ‘El polvo no me puede matar’.

Ahora sólo nos queda esperar que se estrene con un larga duración que, visto lo visto, promete mucho.

23 de octubre de 2007

Un muchacho llamado Ian Curtis

Joy Division en una imagen promocional de 1979

La música popular tiene a veces el extraño poder de convertir personas corrientes en mitos para varias generaciones. Es cierto que Ian Curtis no lo fue durante los años ochenta, pero sí para la generación que crecimos a lo largo de los noventa. El movimiento indie lo reivindicó para sí.

Pero remontémonos a 1976. En aquel año Ian cumplía la veintena. A pesar de su juventud, Curtis llevaba un año casado. Durante un concierto de los Sex Pistols conoció a Bernard Sumner, Peter Hook y Terry Mason. Al menos así lo cuenta la leyenda. Poco tiempo después formaron Stiff Kittens que pronto pasó a ser Warsaw, a su vez embrión de Joy Division, una de las bandas más influyentes de las últimas décadas.

Joy Division eran la ruptura con todo lo que se había escuchado hasta entonces. Su concepción de la música era muy diferente de lo que se estaba haciendo por entonces y jamás se plegaron a las modas. Después del punk, el Reino Unido dejo la rabia a un lado y se pintó con los colores de la new wave. Pero Ian Curtis y los suyos eran una rara avis en aquel paisaje. Gran parte del poder de Joy Division residía en las letras escritas siempre por Curtis. Letras juveniles, pero angustiosas, tristes, desoladoras que encajaban perfectamente con la música sobria, mecánica y con tintes proto-electrónicos de Sumner, Hook y Mason.

En 1978 nacía Joy Division tal y como han pasado a la historia. El batería Terry Mason abandona el grupo. Varios sustitutos pasan por su puesto hasta que finalmente entra Stephen Morris. En junio de 1979 publican su primer trabajo ‘Unknown Pleasures’ (Factory Records) que contiene temas que ya son historia como ‘Disorder’ o ‘She’s lost control’. El disco fue un éxito de ventas llegando al puesto 71 en el Reino Unido.

Hacia marzo de 1980 Joy Division grabaron el material para su nuevo álbum, que llevaría el nombre de ‘Closer’. Sería su obra definitiva y el epílogo en la carrera de Ian Curtis. El 18 de mayo de 1980, cuando el disco estaba todavía en producción, Ian se suicida. No hacía mucho tiempo que había nacido su única hija. Parece que los problemas personales que arrastraba (se había divorciado de su mujer no hacía mucho tiempo) junto a un deterioro de su salud (sufría ataques epilépticos cada vez más frecuentes) precipitaron el final. Tan sólo tenía 23 años.

Cartel de la película Control

El resto de la formación decidieron continuar en la música, aunque bajo el nombre de New Order. No deja de ser paradójico que de las cenizas de un grupo tan sombrío como Joy Division, naciera una de las bandas más inspiradas y luminosas del tecno-pop de los ochenta, que rompieron moldes desde el principio con su mezcla de cajas de ritmos y guitarras.

Ayer se reeditó la exigua discografía de Joy Division y pronto se estrenará en España ‘Control’, una película dirigida por Anton Corbijn que cuenta la biografía del grupo. Así que aprovecho la coyuntura para ofrecer un pequeño homenaje con el vídeo de la que para mi gusto es su mejor tema y el más reconocible de los de Manchester: ‘Love will tear us apart’:

El trailer de ‘Control’:

18 de octubre de 2007

Recordando a Sleeper

Sleeper en una foto promocional de 1995

Hace 15 años, en 1992, Blur publicaban su sencillo ‘Popscene’ y Suede hacían su debut con ‘The Drowners’. Oficialmente se considera que esa cosa abstracta llamada britpop nace aquí. Un movimiento capaz de producir las mejores y las peores canciones de una década, de levantar pasiones a favor y en contra, estuvo formada por muchas bandas, la mayoría de las cuales intentaron desde el principio distanciarse de esa etiqueta. Todos conocemos a las bandas antes mencionadas, o a Oasis, a The Bluetones, a The Charlatans y a tantos otros.

Pero también hubo muchas otras bandas menos conocidas, pero no por ello de menor calidad. De hecho, a mi juicio, una de las formaciones más interesantes de esa etapa fue Sleeper. Muy populares en el Reino Unido, por estas tierras apenas tuvo predicamento. Quizás porque siempre estuvieron tapados por la alargada sombra de Elastica, otra banda con chica al frente y con una propuesta musical en principio similar. De hecho la vocalista Louise Wener junto con Justine Frischman fueron las dos grandes musas y sex symbols del movimiento.

Los buenos aficionados recordarán a Sleeper por la estupenda versión del ‘Atomic’ de Blondie que incluyeron en la banda sonora de ‘Trainspotting’ (1996), aunque por entonces ya tenían publicados dos álbumes, ‘Smart’ (1995) y ‘The It Girl’ (1996) y publicarían un tercero, ‘Pleased to Meet you’ (1997). Después comenzó el declive y, al igual que otros de sus coetáneos, desaparecieron antes de entrar en la nueva década.

Como estoy casi seguro de que el revival del britpop está a la vuelta de la esquina, si es que no está ya aquí, habrá tiempo de revisar muchos de estos grupos que marcaron una etapa en la historia de la música popular y la vida de mucha gente como yo.

Y ahora los vídeos:

‘Delicious’ (1994):

‘Inbetweener’ (1995). ¿Quién fue antes, Elastica o Sleeper?:

‘Vegas’ (1995):

‘What Do I Do No’ (1995):

‘Sale of the Century’ (1996):

‘Nice Guy Eddie’ (1996):

‘She’s a Good Girl’ (1997):

12 de octubre de 2007

BC Camplight

Portada del segundo trabajo de BC Camplight

BC Camplight es uno de mis últimos «descubrimientos» musicales. De esos que llegan por puro azar, que al principio parece un disco más de una banda indie más. Pero, tras no muchas escuchas, uno se da cuenta de que detrás de ‘Blink of a Nihilist’ (One Little Indian, 2007) hay buenas canciones y una buena banda. BC Camplight no revolucionarán la música pop, pero a buen seguro que regalarán buenos momentos a quien los escuche.

Sus influencias pasan por nombres bien conocidos: Belle & Sebastian, Brian Wilson, el lounge de los sesenta o las bandas post-sinfónicas de finales de los setenta (un toque de Supertramp) o incluso tienen algo que me recuerda a Grandaddy. Pero son meras influencias. Los de Filadelfia no se casan con nadie, y lo dejan bien claro en el eclecticismo de su propuesta. Mis temas recomendados son ‘Suffer for two’ y ‘Officer down’.

‘Blink of a Nihilist’ es su segundo trabajo. El primero, ‘Hide, Run Away’ (2005) aún no he tenido oportunidad de escucharlo, pero ya estoy deseando hacerlo.



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