Han sido muchos años de crecimientos desbocados, de nadar en la abundancia, de los abusos en los precios de la vivienda, de la construcción sin freno, de especuladores del ladrillo. Pues todo eso se acabó. Esa época ha terminado. A lo largo de los últimos meses hemos asistido a un crecimiento moderado del precio de la vivienda, hace poco se estancó y ahora hasta baja. Los pisos construidos ya no tienen salida en el mercado, o como dirían los expertos, el sector está en «reajuste». La escandalosa sobrevaloración de la vivienda que ha hecho ricos a unos cuantos y ha hipotecado a la mayoría ha tocado techo.
La certificación de que constructoras, promotoras e inmobiliarias han vivido épocas mejores está en el caso de Martinsa Fadesa. Hoy se ha desplomado en bolsa y que está al borde de la suspensión de pagos. Vamos, en quiebra. No acabo de comprender cómo, empresas que hace unos pocos años estaban montados en el euro, no han sabido digerir el éxito y administrarse inteligentemente para cuando llegaran los malos momentos. Diversificar las áreas de negocio, invertir en otros mercados, yo que sé… Me parece incomprensible. Lo que es claro es que los que terminarán perdiendo son los pobres empleados de a pie…
Así que nada, adiós a la especulación, a la vivienda inalcanzable, a la construcción sin límites… Por fin. Veremos si dentro de unos pocos años uno podrá comprarse un triste piso a un precio mínimamente justo.
Acabo de añadir 21 nuevas fotografías a mi web ‘Zamora en Imágenes’, con lo que son ya 264 las vistas que pueden contemplarse. Entre ellas hay unas cuantas fotografías nocturnas y, por fin he incorporado fotos de Valorio (una deuda pendiente).
El otro día supimos que la corporación RTVE, la FORTA (que agrupa a las cadenas públicas autonómicas) y Mediapro (propietaria de La Sexta) había adquirido los derechos para emitir la Champions League de fútbol para las próximas temporadas a partir de 2009. Aunque no se ha comunicado el coste de esa operación, fuentes no oficiales cifran esa cantidad en unos 70 millones de euros. La asociación de televisiones privadas UTECA ha criticado que un organismo público financiado con dinero de todos haya entrado en una puja multimillonaria sin límite para llevarse estos derechos. La oferta de RTVE, la FORTA y Mediapro era inalcanzable para el resto de cadenas. El principal perjudicado de esta operación ha sido Sogecable y Antena 3, los actuales titulares de los derechos hasta 2009. En el caso de Sogecable, rentabilizaba la inversión mediante la emisión de los partidos por Pay Per View a través de Digital+.
No tengo una opinión clara sobre el asunto. Creo, por una parte, que la filosofía de una televisión pública no es la de pujar por los megaeventos deportivos, aun cuando esa inversión se pueda rentabilizar. Porque, ¿Cómo se va a rentabilizar? Se supone que a través de la publicidad, lo que va directamente en contra de una televisión financiada por el Estado, que no debería emitir publicidad. De nuevo las buenas intenciones de la refundada RTVE se quedan en papel mojado. Esto nos llevaría hacia otros derroteros, como por ejemplo dilucidar si una televisión pública ha de ser rentable o si debe servir al interés general a cualquier precio. Tengamos en cuenta que, en los demás países europeos, la Champions League es emitida por canales privados (Sky Italia en Italia o la ITV1 en Reino Unido).
Por otra parte también creo que una televisión pública tiene todo el derecho del mundo para competir por los derechos de unos partidos de fútbol que serían emitidos íntegramente en abierto. La UTECA, la principal perjudicada, es parte interesada en multitud de noticias que han atacado furibundamente a RTVE porque esto supone haber perdido una oportunidad inmejorable de hacer caja. En el caso concreto de Sogecable, ha sentado especialmente mal porque detrás de la operación está Mediapro (recordemos la guerra del fútbol por la emisión de los partidos de la liga española). De ahí los artículos tan belicosos en El País sobre este tema. Intereses económicos que nublan la imparcialidad a la hora de enfocar una noticia.
A mi, como no soy aficionado al fútbol, me da exactamente igual si los partidos se emiten en abierto, pagando o no se emiten. Lo que ha quedado muy claro es que el fútbol puede ser sinónimo de grandes audiencias, de rentabilidad y de otros conceptos muy tentadores para todas las cadenas, tanto públicas (por desgracia) como privadas.
En condiciones normales sería un abuso, pero teniendo en cuenta de que el terminal más barato, el iPhone de 8 Gb ya cuesta 299€, la cosa ya parece de broma. Para colmo, se han inventado una tarifa de datos de 15€ mensuales la queramos o no que hemos de sumar al consumo fijo de 9€. Vamos, que tenemos un gasto fijo mensual de 24€, siempre según la tarifa más económica. Con un sencillo cálculo se puede averiguar que los gastos a lo largo de dos años serían de 576€. A esto le sumamos los 299€ (o en el mejor caso, la portabilidad pagando «sólo» 269€) tenemos la bonita cifra de 875€ (o 845€ con portabilidad). Por 949€ tenemos un hermoso portátil MacBook. Y si queremos el iPhone de 16 Gb la cosa se dispara, porque los precios andan, en el mejor de los casos, en torno a los 900€. Un abuso.
Está claro que Movistar va a intentar sacar todo el dinero posible a los early adopters que quieran tener un terminal a toda costa y cuanto antes. Pagarán caro su osadía, porque casi con toda seguridad, Apple lanzará iPhones libres antes de fin de año a precios que seguro serán más económicos que la tomadura de pelo que se nos ofrece ahora. Así que nada, a esperar. Y si queremos un iPhone donde el teléfono y el GPS sea lo de menos, pero queramos tener la misma apariencia, la misma pantalla, el mismo sistema operativo, navegación WiFi, reproductor multimedia, mapas y demás, lo mejor serar comprarse un iPod Touch por 269€…
Me acabo de enterar de que Sergio Algora murió la pasada madrugada (noticia en El País, Público). Por ser una desaparición no esperada ha caído como una bomba dentro del mundillo indie nacional. Para quien no lo sepa, Algora, zaragozano de 39 años, fue el alma de uno de los proyectos musicales más originales y talentosos de los últimos años. Por supuesto me refiero a El Niño Gusano. Sergio tiñó con su particular personalidad y forma de ver el mundo tanto la música como las letras de la banda.
Considerado un grupo de culto, El Niño Gusano publicó tres aclamados trabajos (‘Circo Luso’ (1995), ‘El Efecto Lupa’ (1997) y ‘El Escarabajo más Grande de Europa’ (1999)) antes de abandonar la formación para embarcarse en otras lides. Aunque nunca abandonó la música, comenzó a dedicarse a la literatura, sobre todo a la poesía. Durante cuatro años, entre 2003 y 2007, fue junto a Fran de Australian Blonde el cincuenta por ciento de La Costa Brava, uno de los tándems musicales más fructíferos y particulares de la historia de la música española. En ese breve período de tiempo publicaron seis inolvidables trabajos: ‘Déjese Querer por una Loca’ y ‘Los Días más Largos’ en 2003, ‘Se Hacen los Interesantes’ y ‘Llamadas Perdidas’ en 2004, ‘Costabravismo’ en 2005 y ‘Velocidad de Crucero’ en 2007.
Mi experiencia personal con este tipo genial comenzó en 1995 cuando escuché por primera vez a El Niño Gusano con una marcianada llamada ‘La mujer portuguesa’, el que sería su primer sencillo. Nadie había hecho algo parecido a esas rimas imposibles que evocaban imágenes disparatadas repletas de freaks (en el sentido clásico de la palabra) con buen corazón y capaces de hacer una psicodelia con referencias genuinamente españolas. Se les comparó durante años con otros inclasificables como los galeses Gorki’s Zygotic Mynci o con bandas nacionales de los sesenta y setenta, pero sin mucho acierto. El Niño Gusano no encajaba en ninguna etiqueta. Su gran explosión y llegada a las masas vendría con ‘El Efecto Lupa’. Ficharon por la multinacional RCA y comenzaron a hacer videoclips. Aunque se perdió algo de la «esencia gusana», fue su disco más accesible. El vídeo del tema ‘Pon tu mente al sol’ marcó, en mi opinión, un punto de inflexión en la música independiente nacional. Era la prueba palpable de que un grupo indie con una propuesta poco convencional podía llegar al gran público. No es casualidad de que poco tiempo antes, en 1996, Pepsi consiguió que Australian Blonde salieran en uno de sus anuncios. Después de dos años llegaría el que para muchos fue su mejor disco, ‘El Escarabajo más Grande de Europa’, un trabajo amargo y más serio que los anteriores, pero en mi opinión también más acertado.
Con La Costa Brava, mis sensaciones fueron similares. Aunque estaba Fran, en el fondo seguía teniendo el sello inconfundible de Algora en las letras y por supuesto en su voz particular. No estabamos acostumbrados a que una banda nos entregara dos discos de catorce canciones por año. En ese sentido, La Costa Brava fueron un portento. Aunque los temas de sus discos eran un tanto irregulares, nos ofrecieron un montón de perlas dignas de ser recordadas. Ahí queda, por ejemplo, ‘Adoro las pijas de mi ciudad’ (2005) con vídeo incluido. Tampoco puedo dejar de hablar de la agradable sorpresa que me llevé al saber que habían hecho una versión del ‘Race for the prize’ de The Flaming Lips.
Y para terminar, unos vídeos:
‘Pon tu mente al sol’ (1997) de El Niño Gusano (¡qué recuerdos!):
‘Adoro a las pijas de mi ciudad’ (2005) de La Costa Brava:
Ya habéis leído muchas veces mis alabanzas y sorpresas por los pasos de gigante que GNU/Linux y en especial Ubuntu está dando. He tenido la oportunidad de instalar Ubuntu 8.04 Hardy Heron tanto en un PC como en mi MacBook. Ambos procesos de instalación han sido muy sencillos, increíblemente sencillos diría yo. Incluso en un Mac, con su fama de sistema cerrado, la tarea ha sido coser y cantar. Me ha sorprendido que Ubuntu ha sido capaz de reconocer «de salida» la tarjeta gráfica integrada, el touchpad, el ratón mighty mouse que tenía conectado. Todo excepto la iSight (la webcam integrada), la tarjeta de red wireless y el sonido. Pero con la ayuda de un estupendo tutorial he podido superar con éxito todos estos inconvenientes. Quizás lo que más me ha llamado la atención es la sencillez de la instalación del sistema de arranque que he utilizado, el rEFIt, que incorpora un bonito menú gráfico al arrancar el Mac con iconos de todos los sistemas operativos que podemos iniciar y que detecta automáticamente.
Sobre el sistema en sí, Ubuntu supone un salto cuantitativo y cumple con creces el propósito de su lema de crear un sistema Linux para seres humanos. Para un profano en estos asuntos, Ubuntu es más sencillo incluso que Windows. Proporciona muchas ayudas efectivas (no como el sistema operativo de Microsoft) que solucionan nuestros problemas. Me ha ocurrido al abrir un clip de vídeo. No me lo ha podido reproducir, pero me ha aparecido una ventanita con el problema: faltan los códecs necesarios, y la solución: ¿Quiere descargar los códecs?. A continuación ha descargado los archivos y me ha reproducido la película sin problemas. El gestor de paquetes sigue siendo tan bueno como siempre.
Como conclusión, Ubuntu 8.04 Hardy Heron me ha dejado un muy buen sabor de boca. Los efectos gráficos (incorpora por defecto Compiz Fusion) hacen que el entorno de ventanas Gnome sea más bonito y parezca más ágil en su uso cotidiano. Como he dicho, también el rendimiento en mi MacBook es inmejorable. Después de esta prueba puedo decir sin temor a equivocarme que Ubuntu es ya una alternativa real a Windows, sobre todo después del patinazo que ha supuesto Vista. La lucha está abierta.
Estaba leyendo el artículo que en Soitu.es dedican a la cuarta y última entrega de la saga ‘Metal Gear’ y rápidamente he recordado la cantidad de horas que pasaba delante de mi MSX2 intentando pasarme el ‘Metal Gear’. Aunque antes venía en un cartucho ROM de 128 Kb y ahora en un Blu-Ray para PS3, la filosofía sigue siendo la misma, y reencontrarme con el ya viejo soldado Solid Snake ha sido una sorpresa.
Puedo considerarme un privilegiado al haber jugado al ‘Metal Gear’ (1987), uno de los primeros videojuegos creado por Hideo Kojima para la compañía Konami (junto con otro clásico al que le eché también muchas horas, el ‘Penguin Adventure’), y además en la plataforma para la que fue ideado, el MSX. La segunda parte ya no llegué a verla. Era 1990 y el sistema MSX estaba ya en decadencia. ‘Metal Gear 2: Solid Snake’ sólo se lanzó en Japón. Ocho años después vendrían las primeras conversiones para PC y PlayStation con gráficos 3D, rebautizándolo como ‘Metal Gear Solid’. En 2001 llegaron los distintos ‘Metal Gear Solid 2’ para PlayStation 2 y en 2004 el tercer videojuego de la serie.
Poco a poco Kojima ha ido perfilando el personaje de Solid Snake, el soldado mercenario, hiperpreparado e hiperequipado que se infiltra. Ha demostrado que los héroes de videojuego también envejecen, son engañados por sus jefes y mueren… O al menos eso es lo que dicen que ocurre en la cuarta entrega. De todos modos, ¡Larga vida a ‘Metal Gear’!
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