19 de noviembre de 2006
No me he atrevido a llamar a esta historia leyenda urbana porque tiene visos de ser cierta, aunque es verdad que también tiene componentes que me hacen sospechar. Han sido ya varias personas sin conexión aparente entre ellas las que me han contado la misma historia sobre un amigo suyo que vió a la banda británica Oasis en el McDonald’s de la capital zamorana.
De ocurrir tuvo que ser en 2002, concretamente la tarde del 23 de julio. Oasis acababa de cancelar el concierto de Salamanca por un problema en la voz de Liam, así que decidieron adelantar su desplazamiento hasta su siguiente cita en Vigo el día 24. Por aquellos años, Oasis eran quizás una de las bandas de pop-rock más importantes del momento y este asunto fue muy comentado en su día. No sé si los medios locales, como el periódico La Opinión de Zamora, reflejaron este hecho o si existen fotografías.
Dejo abierto este apunte para si alguien tiene alguna noticia, que me lo haga saber o lo comente por aquí. No deja de ser una anécdota, pero sobre la cual yo, aguerrido fan de Oasis (sobre todo de la etapa anterior a 2000), siempre he tenido curiosidad y por saber si realmente tuvo lugar o no fue más que un bulo que corrió de boca en boca entre los jóvenes zamoranos.
Actualización del 20 de noviembre: Efectivamente la historia parece ser cierta. Hay testigos indirectos que han hablado con Alberto, uno de los comentaristas de rmbit confirmando el asunto.
17 de noviembre de 2006

El para uno dialecto y para otros idioma leonés está experimentando una nueva edad de oro. Al igual que otras costumbres populares de la zona, el idioma es un componente importante de toda cultura. Cada día hay más organizaciones e instituciones que realizan la trabajosa tarea de sacar a flote todo el patrimonio cultural antes de que se pierda.
Uno de estos signos culturales en peligro de extinción es el leonés, una lengua hablada en el oeste de León, Zamora y Salamanca y en la zona oriental de Portugal, donde goza de cooficialidad junto al portugués. Hasta hace poco tiempo sólo lo hablaban los más ancianos de las aldeas remotas, pero gracias al esfuerzo de fundaciones como El Fueyu, el leonés está saliendo del olvido.
Precisamente El Fueyu es la organizadora del ‘Cursu de llengua llïonesa’ que tendrá lugar en Zamora todos los sábados a partir del 25 de noviembre de 17.30 a 19.30. Finalizará el 26 de mayo de 2007. Colaboran en esta interesante iniciativa la Concejalía de la Juventud, el Consejo de la Juventud de Zamora, la Fundación Caja Rural, Conceyu Xoven y el Instituto Leonés de Cultura. Estará dirigido especialmente a los jóvenes, a quienes se intentará despertar la curiosidad por esta lengua y porque ellos son los únicos que pueden conservarlo para el futuro. El curso tendrá lugar en el edificio de La Alhóndiga.
28 de octubre de 2006

Desde que se terminó en 1995, la Plaza de la Marina es uno de los mayores exponentes de chapuzas típicamente zamoranas. La idea del proyecto ya era discutible antes de su realización, por lo menos a mi me resultaban de dudoso gusto. También los materiales que se eligieron demostraron ser poco adecuados para una plaza céntrica y con mucha afluencia, y donde además se han realizado numerosos eventos deportivos y culturales. Todo ello ha pasado factura a las losetas del suelo y a las losas de granito que recubren los pequeños muros donde niños y mayores se sientan. Hay zonas en las que los camiones han roto las losetas y hundido el suelo, al más puro estilo de la calle de San Torcuato, que ya comentaremos en otro momento.
A parte de todo este despropósito, lo más grave es la falta de mantenimiento y el abandono al que está sometida una de las zonas de mayor tránsito de Zamora. Nunca he visto obras en la Plaza de la Marina desde que se terminó el proyecto. Ignoro si se han intentado pegar de nuevo las losas de mármol pulido que se han despegado y roto. Tampoco sé si he han intentado borrar las pintadas ni despegar los carteles. Si lo han hecho no se nota, porque la plaza está cada día peor. Este mismo verano, la fuente rebosaba por un atasco en el desagüe. Todo el agua excedente caía por una de las paredes laterales e iba a dar a una de las entradas de peatones del aparcamiento subterráneo y a la calle que hay detrás (Ponce de Cabrera). Y no hablo de un reguero. Era más bien como unas pequeñas cataratas del Niágara. Se tardó dos días en solucionar el problema.
Ante nuestra desesperación, el ayuntamiento no hace nada por restaurar la plaza más visitada de la ciudad. Todavía no sé a qué está esperando.
25 de octubre de 2006

Hace unos años, nuestro querido ayuntamiento erigió un monumento conmemorativo de la refundación de la ciudad durante la Edad Media, tras la reconquista. Se instaló en uno de los lugares más céntricos de la ciudad, cerca del Parque de la Marina. Se trata de un cilindro de varios metros de altura con inscripciones de los hechos más importantes de la historia de la ciudad y un surco que lo cruza longitudinalmente. Por este canal vertical corre un hilillo de agua. Los zamoranos llamamos a este monumento «el pirulo», «el monolito» y también con otros sustantivos menos ortodoxos.
Cuando se inauguró se descubrió que el agua que caía desde la parte superior del monumento iba a chocar con el pedestal sobre el que se asienta, salpicando fuera de la zona donde debía caer. Así estuvo durante algún tiempo. Alguien tuvo la brillante y cutre idea de colocar un trozo de felpudo (sí, de los que pone «bienvenido») en la zona donde chocaba el agua para amortiguar las salpicaduras. Lo cierto es que en parte el invento ha funcionado, pero no me discutiréis que es una solución un tanto «extraña». Aun así, el suelo de las cercanías del monumento está normalmente encharcado.
21 de octubre de 2006

Comenzamos esta serie sobre todo aquello que demuestra la dejadez de nuestro Ayuntamiento a la hora de construir, mantener o modificar nuestra querida ciudad de Zamora. Muchos de los que vivimos aquí y que tenemos un mínimo espíritu crítico hemos visto todo tipo de desmanes, algunos arreglados de malas formas y otros simplemente dejados a su suerte. El muestrario es largo: calles hundidas, baldosas rotas, planes urbanísticos dudosos, mala planificación o mal gusto. Así que, con la cámara del móvil en la mano, me dispongo a relataros uno a uno todos estos lugares de los que avergonzarnos. Puede decirse que es la antítesis de mi web sobre imágenes «amables» ‘Zamora en Imágenes’.
El primero de estos ejemplos es la parte trasera de los soportales de la plaza de Viriato. Situada en pleno centro histórico de la ciudad, en esta plaza se encuentra el edificio de la Diputación Provincial, el Parador de Turismo o el Archivo Histórico Provincial. Los soportales fueron construídos casi a modo de «decorado» a finales de los años ochenta, cuando se derribó esa zona de la plaza. Y desde entonces, detrás de ellos, se dejó un solar que está cerca de cumplir los veinte años. En la actualidad se utiliza como improvisado aparcamiento de automóviles sin que nadie ponga solución a este «punto negro» en pleno lugar de paso de turistas.
12 de octubre de 2006

‘Las Carreteras de Zamora’ es un blog creado con la encomiable misión de denunciar, con imágenes incluidas, el lamentable estado de las vías cuyo mantenimiento corresponde a la Diputación de Zamora. Socavones, falta de arcenes, curvas no señalizadas, calzadas estrechas, quitamiedos deteriorados o puentes agrietados.
La abundancia de fotos es una de las bazas de esta web. Son las pruebas irrefutables de que algo va mal en las carreteras de la provincia.
3 de octubre de 2006

No puede decirse que Zamora haya sido una ciudad muy retratada en el celuloide. Durante un tiempo he estado buscando, por pura curiosidad, películas en las que aparezcan lugares de nuestra ciudad. Al hilo de esto, hace unos años se emitió en Televisión Zamora un documental que recopilaba escenas de otros tiempos, tanto de películas como de documentales, con Zamora como motivo. En ese documental, titulado ‘Cien Años de Cine en Zamora’ y realizado en 1997, se mostraban imágenes de ‘Violetas Imperiales’, protagonizada por la cupletista Raquel Meller en 1924, en las que podían verse unas tomas de la catedral con la antigua torre del reloj, derruída algunos años después. Se trata de la primera película comercial de ficción en la que aparece Zamora.
Durante los años sesenta, Zamora sirve de escenario para un par de películas menores, pero que retratan bien las calles céntricas de la ciudad en aquella época.
Habrá que esperar hasta principios de los ochenta para que Víctor Erice escoja a Zamora como parte de las localizaciones para el clásico del cine español ‘El Sur’ (1983). Es apenas una toma de unos segundos del puente de piedra y de la catedral. Pero en 1993, el realizador Mario Camus decide filmar buena parte en Zamora su obra ‘Sombras en una Batalla’, con Carmen Maura como protagonista. Se trata, que yo sepa, de la última vez que la ciudad quedó reflejada en la pantalla grande.