12 de abril de 2006
Un buen día decidí cambiar de hábitos de estudio. A partir de entonces iría a la biblioteca a la que ya había ido a estudiar años atrás. Una biblioteca confortable, silenciosa y bien iluminada que mantiene (o mantenía) la Obra Social de Caja Duero en la calle Juan II de Zamora. Pero cual fue mi sorpresa cuando me encontré que estaba cerrada. Y por el estado de su interior deduje que llevaba bastante tiempo cerrada. Me pareció extraño. Volví al cabo de unos días. Puede que estuvieran remodelando algo o realizando obras. Pero nada, seguía cerrada.
Algún tiempo después llegaron a mis oídos los motivos del cierre. Según parece la mujer encargada de la biblioteca se había jubilado. Esta causa me pareció como mínimo grotesca. ¿No hay nadie para sustituirla?. Lo peor es que en la página web de Caja Duero sigue figurando como tal. Que yo sepa, las cosas están así desde hace casi un año. Me parece increíble que una biblioteca a la que acudía bastante gente todos los días cierre así, por las buenas.
Lo mejor será ponerme en contacto con alguien de Obra Social para exponerle la cuestión. Que yo sepa, hasta el momento nadie se ha quejado. Me parece increíble. Así nos luce el pelo.
7 de abril de 2006
Oficialmente ha llegado la Semana Santa. Esta noche, con la primera procesión (si no contamos el traslado de ayer), se inaugurará una de la época más «tumultuosa» del año para la ciudad de Zamora. Sin dejar de mirar hacia el cielo, no por devoción precisamente, sino pendientes de las lluvias, más que posibles según las previsiones.
Como siempre el ayuntamiento ha hecho sus previsiones de afluencia, que tendrá su punto álgido el jueves y viernes santo, cuando la ciudad casi cuadruplique su población habitual. Se mezclarán las beatas provincianas con los turistas asiáticos, los que ven la Semana Santa como un acontecimiento cultural de primera magnitud junto a los que la ven con religiosidad.
Y por medio las obras inacabadas de la calle Santa Clara, las vallas…
30 de marzo de 2006
Un clásico entre los clásicos de la Semana Santa de Zamora, sobre todo para mí, es el de los carteles oficiales que publica la Junta Pro Semana Santa cada año. Unos años, el diseño es más afortunado que otros. Aunque hace ya unos cuantos años que el cartel de la Semana Santa de Zamora no destaca precisamente por su originalidad y buen diseño. Sé que estos parámetros se mueven por criterios muy subjetivos. Pero teniendo en cuenta las características plásticas y de color propios e intransferibles de nuestra Semana Santa, hay algunos carteles que, como mínimo, chirrían un poco. Otros, como el del año 2002, simplemente son horribles. Y la gran mayoría son rutinarios, como realizar un trámite molesto en el que poco importa como sea el resultado (como el de este año).
Para ilustrar un poco mis preferencias sobre los carteles, aquí os pongo mis carteles favoritos:

1953

1956

1965

1969

1974

1983
16 de marzo de 2006
Esta tarde a las ocho, la plataforma ciudadana ‘Zamora Exige’, había convocado una concentración en la Plaza Mayor. Las reivindicaciones de esta plataforma eran similares a las que reclamaban en su día Teruel o Soria. La despoblación galopante debido a la falta de expectativas de empleo, la falta de buenas comunicaciones (paliada en parte con la autovía Zamora-Tordesillas) o el problema de las titulaciones de la Universidad de Salamanca son algunos de los motores de esta movilización.
Pero ‘Zamora Exige’ adolece de falta de fuerza, de capacidad de movilización y de saber hacer. En una capital donde la sociedad civil es prácticamente inexistente y la pasividad es la nota predominante, este tipo de iniciativas no calan como deberían. La plataforma no tiene siquiera una página web propia. Da la impresión de estar anquilosada en el pasado y acusa una alarmante falta de ideas originales para que se escuchen sus propuestas. Aún está a años luz del famoso ‘Teruel Existe’, que apareció en todos los medios nacionales, o del ‘¡Soria Ya!’.
El problema no es pedir lo que se necesita, sino cómo y cuando se pide. Y una cosa hay que tener en cuenta: Zamora tiene a la retrógrada oligarquía local en su contra. Jamás apoyarán estas actividades. Y sin su dinero para las inversiones empresariales y su poder de influencia en la sociedad de la ciudad, todo intento por progresar será inútil.
Una concentración o mil como la de hoy apenas tienen reprercusión. Es necesario moverse más. Si no, se corre el riesgo de caer en el patetismo.
26 de febrero de 2006

Kaoru Katayama es una videoartista japonesa, aunque afincada en Salamanca desde hace casi quince años. La estrecha colaboración con el Festival Subimagen que el instituto de La Vaguada de Zamora celebra todos los años y con el que fue su profesor en la Escuela de Bellas Artes de Salamanca, el escultor zamorano José Luis Coomonte relacionan a esta artista con nuestra ciudad. Hasta el momento ha obtenido premios en festivales como el festival internacional de videoarte Off Loop de Barcelona o el Festival Internacional de Milán, el MIFF.
Hace poco saltaba a los medios porque una de sus últimas videocreaciones ‘Tecnocharro’, se hizo con el Premio ARCO 06, en representación de la galería T20. ‘Tecnocharro’ es una videoinstalación donde se muestra como un grupo de folklore salmantino baila a los ritmos de la música tecno que dos DJ pinchan y mezclan en directo. Según la web del MUSAC:
En el vídeo Technocharro, Kaoru Katayama invita a un grupo de danza tradicional de Salamanca a realizar un baile folclórico en su propio local de ensayo. Los “charros” –músicos y bailarines del folclore tradicional de dicha ciudad-, van vestidos con el traje típico mientras marcan los pasos de la danza folclórica al ritmo de una sesión de música techno pinchada por dos DJ’s. Enfrentados con la confusión y resistencia inicial de unir sus pasos a una música tan diferente a la habitual, acaban encontrando ritmos a los que adaptarse, consiguiendo una armonía que, en ocasiones, se ve interrumpida.
23 de febrero de 2006
La OCU ha publicado en su revista mensual de marzo un interesante informe sobre la calidad de las aguas [PDF] que bebemos en las capitales de provincia. Este informe ha sido elaborado a partir de los datos que el SINAC, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, publica periódicamente en la web y a los que todos podemos tener acceso.
Contra todo pronóstico y contra lo que podría pensarse, el agua del grifo en Zamora no es potable. Le acompañan en este dudoso honor Alicante, Ávila, Cáceres, Murcia y Ciudad Real. Y no creo que sea precisamente por los vertidos de las inexistentes industrias. En el caso de Zamora la causa de esta insalubridad del agua son unos compuestos orgánicos llamados trihalometanos. Estas sustancias se forman al reaccionar la materia orgánica en suspensión que contiene el agua sin depurar con el cloro que se aplica durante el proceso. Para colmo se dice que en grandes cantidades puede ser una sustancia dañina para el hígado y el riñón. A largo plazo puede llegar a ser incluso cancerígeno. La normativa de la Unión Europea admite hasta un máximo de 150 microgramos por litro.
Lo peor de todo es que la solución a este problema es sencilla e incluso barata. Basta con instalar filtros de carbón activo para neutralizar estos elementos. Ya en 2002 se publicó otro informe con resultados parecidos. ¿Qué se ha hecho en estos cuatro años? Pues parece que nada. ¿Qué pasa con el Ayuntamiento de Zamora y con la Junta de Castilla y León? ¿Qué pasa con los controles sanitarios?
20 de febrero de 2006
Hoy se presentó oficialmente el proyecto de reforma del castillo medieval de Zamora para alojar el futuro museo de Baltasar Lobo. La obra estará a cargo del popular arquitecto navarro Rafael Moneo, autor de trabajos como el Museo Romano de Mérida o la polémica obra de ampliación del Museo del Prado de Madrid. Al igual que en estos proyectos, el arquitecto preservará y realzará los actuales restos del castillo construído en el siglo XII.
Los materiales serán la madera, el cristal y la piedra y también se prevé la recuperación de los muros que circundan la fortaleza, ahora intransitables. Además de obra del escultor contemporáneo zamorano, se habilitará una biblioteca y una sala temporal para exposiciones.
Los costes de la obra ascenderán a 6,8 millones de euros, financiados casi en su totalidad por el fondo estructural europeo INTERREG y el plazo de ejecución serán algo más de dos años, justo el tiempo que queda para que estos fondos dejen de concederse. Veremos si finalmente las obras se consiguen terminar en los plazos previstos o, como suele ocurrir, se alargan hasta el infinito.
Actualmente, el recinto del castillo ocupa la Escuela de Bellas Artes de Zamora, cuyos alumnos serán desalojados al terminar el curso. Precisamente, esta mañana se manifestaban en la Plaza Mayor, ante el Ayuntamiento, para protestar por la incertidumbre sobre la reubicación de sus estudios cuando comiencen las obras.