Condenados a no encontrar vida inteligente
Ya sé que el título de este post induce a chistes fáciles y ya muy manidos. Antes de nada, me estoy refiriendo a vida inteligente fuera de nuestro planeta. El pasado 22 de abril, la NASA celebró su primer acto de conmemoración de los 50 años desde su creación. Uno de los invitados de excepción fue el científico Stephen Hawking y uno de los temas que trató fue el de la vida extraterrestre. Aunque se mostró algo escéptico porque dijo que «la vida extraterrestre es muy rara», mantiene que esas civilizaciones alienígenas enviarían señales al espacio.
Esto me hizo pensar en que iniciativas como SETI@home están destinadas al fracaso al igual que cualquier otro tipo de búsqueda mediante señales de radio (la única forma que tenemos de captar actividad lejana). Y no sólo lo digo porque en la inmensidad del universo es como buscar una aguja en un pajar, sino porque desconocemos completamente qué tipo de vida inteligente estamos buscando. Puede parecer una tontería, pero el programa SETI@home da por supuestas algunas cosas de las que yo dudaría. Por ejemplo he hecho de que se rastree el universo intentando localizar emisiones en la frecuencia de los 1420 MHz. ¿Y por qué esa frecuencia? Porque es la frecuencia que emiten los átomos de hidrógeno, el elemento químico más simple del universo. Mucho suponer ¿no?
Además, ¿cómo podemos ponernos en la mentidad de unos seres (si es que son seres) de los que no sabemos absolutamente nada, ni siquiera si sus esquemas mentales son mínimamente similares a los nuestros y sus patrones de razonamiento son homologables a los de los humanos? ¿Cómo sabemos que emiten ondas de radio? ¿Y si sus preocupaciones son otras y no buscar otras civilizaciones, por ejemplo ocultar su presencia ante posibles agresores externos? Lo que está claro es que si alguna vez los encontramos, serán muy diferentes de como nos los hemos imaginado y, paradójicamente, quizás nunca lleguemos a comunicarnos con ellos.