28 de febrero de 2006
Después de varios intentos de lanzamiento durante este mes de febrero (el 21 y el 24), Arianespace comunicó que se pospondrá de nuevo el lanzamiento del satélite español Spainsat hasta el 9 de marzo. El Spainsat tiene un compañero, el Bird7A de Eutelsat. Ambos viajarán desde la base de Kuru (Guayana Francesa) hacia sus órbitas respectivas en un cohete Ariane de la ESA.
Spainsat será el primer satélite militar íntegramente español, aunque no construido por completo por compañías españolas. Ha sido fabricado por la empresa norteamericana Space Systems/Loral, eso sí, con la colaboración de seis empresas españolas. Parece ser que aún queda mucho tiempo para tener independencia tecnológica de los Estados Unidos y tampoco se hace mucho por solucionarlo. ¿En Europa no se fabrican satélites?
El artilugio en cuestión servirá para mejorar las comunicaciones entre las tropas nacionales destacadas en diferentes lugares del mundo y España. También comportará una mejora en las comunicaciónes gubernamentales y las sedes diplomáticas de todo el planeta, con la implementación de una banda X y ocho bandas Ka (cifradas). Su órbita será geoestacionaria (a 36.000 km de altura) a 30º de longitud oeste.
27 de febrero de 2006
‘Luego diréis que somos cinco o seis… Sólo si sois cinco o seis’ es el lema con el que subtitula este curioso blog llamado ‘El Manifestómetro’. Lo descubrí hace ya algún tiempo, pero la he vuelto a visitar a raíz del eco que ha tenido en numerosas bitácoras por cuenta de la última manifestación contra el Gobierno apoyada por el PP.
‘El Manifestómetro’ trata de esclarecer, con mucho humor e ironía, la verdad sobre las manifestaciones a las que ya nos vamos acostumbrando, sobre todo en cuanto a cifras de asistentes, ofreciendo detallados cálculos. Para ello se sirven de herramientas para el cálculo de áreas, como el SIGPAC. Todo ello aderezado con abundantes fotografías, algunas de ellas verdaderamente esperpénticas. Una prueba más de cómo los asistentes a este tipo de actos se delatan sin saberlo.
Los colaboradores de la bitácora se «infiltran» dentro de la marcha para tomarle el pulso y hacerse pasar, echándole mucho morro, por periodistas políticamente afines a los participantes, sobre todo de la COPE.
Nunca está mal una buena dosis de humor inteligente para rebajar las tensiones.
26 de febrero de 2006
Kaoru Katayama es una videoartista japonesa, aunque afincada en Salamanca desde hace casi quince años. La estrecha colaboración con el Festival Subimagen que el instituto de La Vaguada de Zamora celebra todos los años y con el que fue su profesor en la Escuela de Bellas Artes de Salamanca, el escultor zamorano José Luis Coomonte relacionan a esta artista con nuestra ciudad. Hasta el momento ha obtenido premios en festivales como el festival internacional de videoarte Off Loop de Barcelona o el Festival Internacional de Milán, el MIFF.
Hace poco saltaba a los medios porque una de sus últimas videocreaciones ‘Tecnocharro’, se hizo con el Premio ARCO 06, en representación de la galería T20. ‘Tecnocharro’ es una videoinstalación donde se muestra como un grupo de folklore salmantino baila a los ritmos de la música tecno que dos DJ pinchan y mezclan en directo. Según la web del MUSAC:
En el vídeo Technocharro, Kaoru Katayama invita a un grupo de danza tradicional de Salamanca a realizar un baile folclórico en su propio local de ensayo. Los “charros” –músicos y bailarines del folclore tradicional de dicha ciudad-, van vestidos con el traje típico mientras marcan los pasos de la danza folclórica al ritmo de una sesión de música techno pinchada por dos DJ’s. Enfrentados con la confusión y resistencia inicial de unir sus pasos a una música tan diferente a la habitual, acaban encontrando ritmos a los que adaptarse, consiguiendo una armonía que, en ocasiones, se ve interrumpida.
25 de febrero de 2006
Alexandr Sokurov es un cineasta ruso que más que rodar, «pinta» sus películas. Su obra «pictórica» ‘Madre e Hijo’ es una coproducción germano-rusa de 1997. La historia parece desvanecerse más a allá de los paisajes coloridos, pero fríos y decadentes. Más allá de las escenas deformadas y las perspectivas espaciales erráticas encontramos el último paseo de una madre y su hijo, de sus recuerdos, de su estrecha relación, a veces estricta. Todo enmarcado por un cielo tormentoso y una casa en ruinas.
El film es enigmático por parco, en escenas, en palabras y también en metraje (apenas una hora y diez minutos). Nada sabemos del por qué de aquel desenlace, de la vida de ellos. Los planos que nos ofrece Sokurov son secos, aunque quizá deje un pequeño resquicio para segundas interpretaciones. Los personajes más bien sirven de figurantes de una colección de cuadros que no pueden ser enmarcados, ni catalogados. Es cine al límite del cine.
24 de febrero de 2006
Dentro del mundo de la tecnología de consumo, el reproductor y grabador de vídeo doméstico ha sido uno de los que más aceptación ha conseguido. Prácticamente en todos los hogares tenemos (o teníamos) uno de estos magnetoscopios, por lo general VHS. La explosión de ventas de los vídeos ocurrió en Europa a finales de los años setenta y principios de los ochenta.
Pero unos cuantos años antes, en junio 1972, la compañía Cartridge Television Inc. presentó el Cartrivision, un sistema que permitía la grabación y el visionado de señales de vídeo. Los primeros aparatos capaces de realizar tal proeza eran muebles, que incluían tanto el televisor como el magnetoscopio. El soporte sobre el que se grababa la imagen eran cartuchos que contenían una cinta magnética de media pulgada y permitía grabar hasta dos horas.
El sistema Cartrivision puede considerarse como el primer sistema de vídeo doméstico de la historia que tuvo éxito. El apoyo de la industria fue total. Las grandes distribuidoras de cine norteamericanas publicaron muchos de sus títulos en este formato pionero. Hoy son piezas de coleccionista. También se creó una red de establecimientos para el alquiler de los cartuchos (la Cartridgde Rental Network). Como curiosidad, estos cartuchos especiales, siempre de color rojo, sólo permitían un visionado. Esto se conseguía con un mecanismo que impedía el poder rebobinar la película.
Tres años después, en 1975, Sony presentaría su sistema Betamax. Más tarde Philips contraatacaría con su Video 2000 y poco tiempo después un consorcio de fabricantes anunciarían el lanzamiento del VHS. Fue lo que se conoció como la «guerra de formatos». Aunque esa es otra historia.
23 de febrero de 2006
La OCU ha publicado en su revista mensual de marzo un interesante informe sobre la calidad de las aguas [PDF] que bebemos en las capitales de provincia. Este informe ha sido elaborado a partir de los datos que el SINAC, dependiente del Ministerio de Sanidad y Consumo, publica periódicamente en la web y a los que todos podemos tener acceso.
Contra todo pronóstico y contra lo que podría pensarse, el agua del grifo en Zamora no es potable. Le acompañan en este dudoso honor Alicante, Ávila, Cáceres, Murcia y Ciudad Real. Y no creo que sea precisamente por los vertidos de las inexistentes industrias. En el caso de Zamora la causa de esta insalubridad del agua son unos compuestos orgánicos llamados trihalometanos. Estas sustancias se forman al reaccionar la materia orgánica en suspensión que contiene el agua sin depurar con el cloro que se aplica durante el proceso. Para colmo se dice que en grandes cantidades puede ser una sustancia dañina para el hígado y el riñón. A largo plazo puede llegar a ser incluso cancerígeno. La normativa de la Unión Europea admite hasta un máximo de 150 microgramos por litro.
Lo peor de todo es que la solución a este problema es sencilla e incluso barata. Basta con instalar filtros de carbón activo para neutralizar estos elementos. Ya en 2002 se publicó otro informe con resultados parecidos. ¿Qué se ha hecho en estos cuatro años? Pues parece que nada. ¿Qué pasa con el Ayuntamiento de Zamora y con la Junta de Castilla y León? ¿Qué pasa con los controles sanitarios?
22 de febrero de 2006
Leo esta tarde la noticia sobre la «intervención» de los populares servidores Razorback y Razorback 2, ubicados en Bélgica. Estos servidores eran los mayores dentro del mundo de las redes p2p (eDonkey y su variante eMule). A ellos se conectaban diariamente cerca de un millón y medio de internautas de todo el mundo para intercambiar sus archivos. Según se cuenta en alguna de las informaciones consultadas, la información privada de los clientes de Razorback está a salvo, ya que se asegura que no existe un log de conexiones, ya que se crean y destruyen en memoria, sin dejar ningún registro en memoria secundaria.
Este golpe al mundillo del intercambio de archivos a buen seguro será totalmente inútil. Las grandes productoras y distribuidoras de cine, televisión y música no tienen nada que hacer ante la arquitectura descentralizada con que de por sí cuentan estas redes. En concreto, la red eDonkey utiliza una aquitectura de indexación distribuida, en la que existen servidores que almacenan listas de archivos de los clientes conectados, gestión de colas y otras tareas, pero que no almacena información susceptible de ser compartida. Los archivos compartidos siguen guardándose en el equipo del cliente. No sé de qué delito se les puede acusar si los servidores no tienen datos presuntamente «ilegales». Para que nos hagamos una idea, los servidores eDonkey son como el Google de las redes p2p: recaba información de los archivos compartidos y la publica.
Desde que se consiguió cerrar el Napster originario, las grandes empresas de entretenimiento han tenido sus ojos puestos en las redes p2p, mucho más escurridizas que el difunto software para compartir música. Este acoso viene abanderado por la RIAA y la MPA norteamericanas. De nuevo el poder cultural y empresarial norteamericano «meten el cazo» en Europa…
Y para que nadie se preocupe, la compartición de archivos sin ánimo de lucro NO ES ILEGAL. Eso que quede bien claro.