Pisos y zapatillas
La idea es buena, pero las formas son pésimas. El Ministerio de la Vivienda, que comenzó a funcionar con la nueva legistatura comienza a levantar cabeza. Ya hay pisos para la Sociedad Pública del Alquiler. Quizá no tantos como se necesitan, pero es un comienzo. Lo que ya no me parecen tan bien son las formas. Desde un principio, el Ministerio ha estado casi «oculto» y su titular María Antonia Trujillo aparece siempre en los últimos puestos de valoración y popularidad, a pesar de su experiencia en gestión de vivienda durante su etapa en la Junta de Extremadura.
El pasado miércoles se presentó el nuevo portal web de búsqueda de pisos protegidos para jóvenes. Hasta ahí todo perfecto. Las pegas llegan con las formas. El nombre del portal es ‘Keli Finder’, un nombre estúpido para un buscador de pisos para jóvenes y para cualquier cosa. Parece que dirigirse a un joven es dirigirse a alguien que no entiende un lenguaje «normal», y además en inglés. Y para colmo la campaña se completa con el regalo de unas zapatillas (no sabemos a cuento de qué).
Lo que los jóvenes necesitamos no es precisamente ver publicidad estúpida, sino que se gestionen y se construyan eficazmente viviendas protegidas a precios auténticamente bajos (los 400 euros mínimos que proponen me parece mucho). O sea, una vivienda digna. Ojalá se haga algo efectivo, porque de verdad lo necesitamos. Todo lo que se planifique siempre será insuficiente. De todos modos es mejor esto que nada.
Con una increíble rapidez han proliferado las webs críticas (Panoli Finder, Anti Keli Finder y otras), unas con más razón y otras con menos. Cuanto los temas nos afectan a todos, a veces es fácil caer en la demagogia en estos temas. El derecho a la vivienda no es un derecho fundamental de los ciudadanos (ya nos gustaría que lo fuera) según la Constitución, sino programático. Esto significa que los poderes públicos tenderán, en sus políticas y acciones, a proporcionar este derecho. De momento no se ha conseguido. Y con este tipo de campañas, desgraciadamente, tampoco creo que se consiga.