Al final siempre terminan cayendo
Ayer se dió a conocer que se había llevado a cabo una nueva operación policial contra la tenencia y distribución de pornografía infantil. En total hubo 42 detenidos y 120 imputados. Entre los detenidos hay todo tipo de profesiones, niveles sociales y económicos. Todo este asunto pudo descubrirse tras la denuncia de una menor al ver sus fotos realizadas cuando tenía 13 años colgadas en internet. Según parece las imágenes y otro material estaban alojadas en comunidades MSN o se distribuían mediante clientes p2p como eMule.
La noticia también destaca un detalle importante: los nombres de los vídeos de pornografía infantil eran engañosos y hacían referencia a películas infantiles, lo cual agrava bastante más la cuestión. Por eso cuando no se está seguro de lo que se descarga, lo mejor es decirle al gestor p2p que comience a bajar por el principio para poder comprobar que lo que queremos es realmente lo que está descargando. Así evitamos sorpresas desagradables y quizás algún contratiempo más grave.
La pornografía infantil, afortunadamente, cada vez está más perseguida. Los consumidores están más cercados y necesitan métodos más sofisticados para no ser descubiertos. Pero a su vez los métodos de la Guardia Civil y de la Policía son más avanzados y potentes, con lo que al final siempre terminan cayendo.