rmbit - La bitácora personal de Ricardo Martín
La bitácora personal de Ricardo Martín
Comentando cosas desde 2004
24 de octubre de 2007

Mis aplicaciones favoritas para Mac

Cumplido el «período de aprendizaje» con mi iMac, voy sacando bastantes cosas en claro. A base de prueba y error y vuelta a probar, han pasado por mi ordenador unas cuantas aplicaciones. Unas me han gustado, otras no y otras me han resultado especialmente útiles para mi día a día «maquero». En realidad ya estaba bastante bien informado sobre cuales eran buenas aplicaciones, por lo que la selección no ha sido completamente a ciegas.

He tenido en cuenta varios factores a la hora de elegir: su funcionamiento en todos los sentidos (usabilidad, rapidez, integración con el sistema operativo), su estética (siempre gusta ver una aplicación con un interfaz y un icono bonito) y la gratuidad o no. Es cierto que no existen demasiadas aplicaciones realmente buenas que sean gratuitas, pero las hay, y cada vez más. A veces no queda más remedio que pasar por caja (o por el p2p). Vamos con la lista:

  • Adium. El sustituto natural del MSN Messenger y de otras aplicaciones de mensajería instantánea similares. Aunque estéticamente no está mal, a los que venimos de Windows nos cuesta todavía un poquito acostumbrarnos.
  • aMule. El cliente para intercambio de archivos p2p de Mac. A pesar de no ser tan bueno como el de Windows (bueno, es una chapuza), es el único que accede a las redes eDonkey. Esperemos que pronto salga una versión mejorada, porque el actual aMule consume bastantes recursos y tiene algunos fallos. Por contra las descargas son más rápidas que su colega de Windows.
  • AppCleaner. Aunque en Mac prácticamente no existe el concepto de «desinstalar», ya que se borran las aplicaciones llevándolas a la papelera, igual que los ficheros normales, a veces quedan carpetas y archivos «colgando». AppCleaner soluciona este problema.
  • Coda. Una de las mejores aplicaciones que he visto para desarrollo web, orientado a la programación más que al diseño. Cuenta con un editor de texto muy bueno e intuitivo. Desde que lo uso ya no puedo cambiarlo por otro. Es de pago.
  • Firefox. La versión del navegador de Mozilla para Mac es idéntica a la de Windows en su funcionamiento, aunque estéticamente sea algo diferente. De todos modos Safari sigue siendo el mejor.
  • iPod Folder. Una pequeña aplicación para hacer copias de seguridad de la música de nuestro iPod en un Mac.
  • iTunes. Uno de los clásicos imprescindibles. Mucho más rápido que su versión para Windows.
  • Pages. El equivalente a Word de Office. Es el procesador de textos de la suite ofimática iWork de Apple. Bajo una apariencia muy elegante y simple se esconde una potentísima aplicación. La versión 08 es totalmente compatible con Office. De pago.
  • Mail. El cliente de correo electrónico integrado en Mac OS X. Es muy ligero y funciona muy bien. Ni siquiera me he planteado cambiarlo por otro. Tiene el mejor filtro antispam que he visto hasta la fecha.
  • Onyx. Es el Tweak XP de Mac OS X. Son un conjunto de utilidades que nos permiten modificar el aspecto o los comportamientos del sistema por un lado y por otro nos sirve para mantener nuestro Mac en forma, limpiando archivos temporales innecesarios, restaurando parámetros y un largo etcétera.
  • QuickSilver. Si no existiera habría que inventarla. Con tres pulsaciones de teclas podemos abrir cualquier aplicación instalada en el sistema, abrir una web y realizar cualquier tarea del sistema sin tocar el ratón. Imprescindible. No me explico como Windows no tiene algo parecido.
  • The Unarchiver. Para descomprimir archivos comprimidos con prácticamente cualquier formato.
  • Transmission. Uno de los mejores, si no el mejor, cliente para Bittorrent en Mac.
  • Transmit. El programa del «camioncito». Un excelente cliente FTP con muchas posibilidades. Es de pago.
  • Vienna. Uno de los mejores lectores RSS. Totalmente personalizable y muy rápido.
  • XAMPP. Un servidor Apache, un intérprete PHP, un gestor de estadísticas, el servidor MySQL y utilidades varias en una sola aplicación. Ideal para desarrollos web sin complicarse la vida. También hay versiones para Windows y Linux.
  • VLC. Qué podemos decir a estas alturas del mejor reproductor multimedia universal. La versión para Mac es algo diferente. Muestra los controles en una ventana diferente al vídeo. Esto lo hace algo incómodo.
  • VMWare Fusion. Una de las alternativas para virtualizar otros sistemas operativos dentro del Mac. Integración total con el sistema operativo de Apple. Es de pago.
23 de octubre de 2007

Un muchacho llamado Ian Curtis

Joy Division en una imagen promocional de 1979

La música popular tiene a veces el extraño poder de convertir personas corrientes en mitos para varias generaciones. Es cierto que Ian Curtis no lo fue durante los años ochenta, pero sí para la generación que crecimos a lo largo de los noventa. El movimiento indie lo reivindicó para sí.

Pero remontémonos a 1976. En aquel año Ian cumplía la veintena. A pesar de su juventud, Curtis llevaba un año casado. Durante un concierto de los Sex Pistols conoció a Bernard Sumner, Peter Hook y Terry Mason. Al menos así lo cuenta la leyenda. Poco tiempo después formaron Stiff Kittens que pronto pasó a ser Warsaw, a su vez embrión de Joy Division, una de las bandas más influyentes de las últimas décadas.

Joy Division eran la ruptura con todo lo que se había escuchado hasta entonces. Su concepción de la música era muy diferente de lo que se estaba haciendo por entonces y jamás se plegaron a las modas. Después del punk, el Reino Unido dejo la rabia a un lado y se pintó con los colores de la new wave. Pero Ian Curtis y los suyos eran una rara avis en aquel paisaje. Gran parte del poder de Joy Division residía en las letras escritas siempre por Curtis. Letras juveniles, pero angustiosas, tristes, desoladoras que encajaban perfectamente con la música sobria, mecánica y con tintes proto-electrónicos de Sumner, Hook y Mason.

En 1978 nacía Joy Division tal y como han pasado a la historia. El batería Terry Mason abandona el grupo. Varios sustitutos pasan por su puesto hasta que finalmente entra Stephen Morris. En junio de 1979 publican su primer trabajo ‘Unknown Pleasures’ (Factory Records) que contiene temas que ya son historia como ‘Disorder’ o ‘She’s lost control’. El disco fue un éxito de ventas llegando al puesto 71 en el Reino Unido.

Hacia marzo de 1980 Joy Division grabaron el material para su nuevo álbum, que llevaría el nombre de ‘Closer’. Sería su obra definitiva y el epílogo en la carrera de Ian Curtis. El 18 de mayo de 1980, cuando el disco estaba todavía en producción, Ian se suicida. No hacía mucho tiempo que había nacido su única hija. Parece que los problemas personales que arrastraba (se había divorciado de su mujer no hacía mucho tiempo) junto a un deterioro de su salud (sufría ataques epilépticos cada vez más frecuentes) precipitaron el final. Tan sólo tenía 23 años.

Cartel de la película Control

El resto de la formación decidieron continuar en la música, aunque bajo el nombre de New Order. No deja de ser paradójico que de las cenizas de un grupo tan sombrío como Joy Division, naciera una de las bandas más inspiradas y luminosas del tecno-pop de los ochenta, que rompieron moldes desde el principio con su mezcla de cajas de ritmos y guitarras.

Ayer se reeditó la exigua discografía de Joy Division y pronto se estrenará en España ‘Control’, una película dirigida por Anton Corbijn que cuenta la biografía del grupo. Así que aprovecho la coyuntura para ofrecer un pequeño homenaje con el vídeo de la que para mi gusto es su mejor tema y el más reconocible de los de Manchester: ‘Love will tear us apart’:

El trailer de ‘Control’:

22 de octubre de 2007

Nuevo El País (I): el diario

Portada del nuevo El País

Por fin ayer fue el día de tener el nuevo El País en las manos no sin cierta odisea, porque a las once de la mañana estaba agotado en casi todos los quioscos que visité (que no fueron pocos). Nada más verlo, la primera impresión es de limpieza. Muchos de los elementos que habían «ensuciado» el diseño ya no estaban. El primer reto de conseguir una maquetación adaptada a los nuevos tiempos, pero sin perder el clasicismo tan típico de El País, estaba conseguido.

Una de las principales novedades, tanto en forma como en forma es la divisón del periódico en dos partes. Por un lado las noticias puras y duras junto con la opinión y por otro el resto (incluso los deportes), bajo el epígrafe nuevo de «Vida&Artes». Esta separación por zonas afecta no sólo a los contenidos, sino al formato. Una buena idea a mi juicio, menos en el nombre de «Vida&Artes».

La forma

La tipografía

En un segundo vistazo me centré en los tipos utilizados. La nueva Majerit resultó ser sobre el papel más legible que la demasiado estrecha Times Roman, aunque estéticamente me gusta más esta última. Los cuerpos de los artículos son también mucho más sencillos de leer con este cambio. En las secciones de noticias puras y duras, los titulares van en negrita, mientras que en el resto se ha optado por la regular, que no me acaba de convencer del todo. Para titulares de deportes se ha optado por una vieja conocida, la Franklin Gothic LT en varias de sus versiones.

Para los encabezados de página con los rótulos de El País y la fecha se ha elegido la Benton Sans, una sans-serif moderna y resultona. El mismo tipo se utiliza también para designar las secciones de la parte de noticias. Por último, los maquetadores del diario utilizan la Freight Sans para los textos más pequeños, tales como los pies de foto, los nombres y ciudades de los corresponsales y redactores de las noticias o los que acompañan a los gráficos. Muy utilizada en la sección de Televisión y Deportes.

Uso del color

Otra de las novedades es que todo el diario va a color. Y no sólo las fotos. También los rótulos de las secciones (en gris azulado para la parte de las noticias y un bonito azul vivo para «Vida&Artes»). Para destacar los nombres propios en los antetítulos de las entrevistas y en algunos artículos de opinión se la optado por un rojo oscuro discreto y elegante. Incluso la viñeta de Forges va con un tímido toque de color. Los sombreados grises repartidos por todo el diario realzan aspectos de la información bastante acertadamente.

Críticas

En general el uso de los nuevos tipos es buena, aunque causan confusión estética en algunos lugares concretos del periódico donde se unen tipografías diferentes que no combinan demasiado bien o no han sido diferenciadas suficientemente. Esto ocurre por ejemplo en el texto del pie de foto del terrorista (página 16 de la edición del pasado domingo) que casi se confunde con el texto del cuerpo del artículo. En cualquier caso pequeños detalles que seguro que se van a corregir.

El fondo

Pero los cambios no sólo han sido estéticos. No sé si habrá sido impresión mía, pero la redacción de los artículos me ha parecido menos densa, más accesible, más comprensibles. Todo ello sin caer en la simplificación o en el sensacionalismo. El orden de las secciones se ha alterado ligeramente. Después de «Internacional» y «España» viene «Economía» para sucederle las páginas de opinión. Después la ya mencionada «Vida&Artes» con el resto de las noticias de sociedad, deportes, tecnología, cultura, televisión, cine, teatro y demás.

Conclusión

El nuevo El País aspira a convertirse en el diario de referencia en habla española y está dando los pasos necesarios en la dirección correcta. A la visión globalista que siempre tuvo se añaden ahora el poder de internet con su capacidad de globalizar aún más la información. Los cambios no hacen más que avanzar por esa senda a que todo gran medio debe aspirar. El País ha sido hábil en potenciar esta faceta, ya que hoy día todos los diarios nacionales tienen vocación puramente nacional, relegando la sección de Internacional a transcribir notas de agencia. Los diseñadores Ally Palmer y Terry Watson han hecho un buen trabajo.

21 de octubre de 2007

Ha muerto Juan Antonio Cebrián

Anoche, a la una de la madrugada, comenzaba el programa de Iker Jiménez Milenio 3. Y lo hacía con la amarga noticia de la muerte de Juan Antonio Cebrián a los 41 años de edad víctima de un infarto. Con su desaparición, Cebrián (o «la momia de Amenofis IV», como también gustaba llamarse) deja un hueco gigante en la radio que escucho. Dirigió durante 16 años los espacios míticos ‘Turno de Noche’ (1991-1997) y ‘La Rosa de los Vientos’ (1997-) en Onda Cero. Arrastró tras de sí miles de admiradores, de fans, que coleccionamos todos sus programas.

Lo que es una incógnita es qué ocurrirá ahora con el programa. ¿Se ocupará Bruno Cardeñosa, el presentador «de guardia», de terminar la temporada? ¿Se cancelará la emisión? Ha sido un macabro aniversario. Esta temporada se celebraban los 10 años de ‘La Rosa de los Vientos’ y 1500 programas.

Me acuerdo de aquella primera noche de 1992 cuando sintonicé un programa llamado ‘Turno de Noche’ en el que se hablaba de extraños temas, con un tal Germán de Argumosa. Psicofonías que por entonces me hacían encender la luz y apagar la radio, pero que me enganchaba. Después le perdí la pista durante unos años. Lo ponía a veces, aunque por su horario no con toda la frecuencia que quisiera. Tuvo que llegar internet para recuperar el hilo de los programas de Cebrián. Y así hasta hoy.

Descanse en paz Juan Antonio Cebrián.

Actualización: Esta madrugada en el horario habitual se emitirá un programa especial de ‘La Rosa de los Vientos’ en homenaje a Juan Antonio.

Actualización: La noticia es la segunda más leída en ElPaís.com

20 de octubre de 2007

La deriva de Público

Había puestos muchas esperanzas en que de verdad Público fuera un diario competente y competitivo. A lo largo de los primeros números lo parecía. Pensaba que por fin tendríamos un complemento, una segunda opinión alternativa a los grandes medios. Como digo, lo rozaron durante la primera semana. La información en general era tratada con seriedad pero aportando otros puntos de vista que hasta ahora se habían quedado en los márgenes del papel impreso.

Pero poco a poco las expectativas se han ido apagando y Público ha pasado de ser un medio más o menos alternativo a ser sensacionalista, con titulares poco serios, excesivamente tendenciosos y poco cuidados (al estilo de El Mundo o La Razón), un uso de las fotografías que subrayan el amarillismo y unos textos que han ido perdiendo calidad. La página web de Público, que supuestamente iba a ser el puntal, la base de la información, es de lo más triste, con muchos errores, sin publicidad y con secciones que no se actualizan.

Con estos mimbres, y como las cosas no cambien, el futuro de Público se me antoja bastante negro.

20 de octubre de 2007

El logo de El País

El nuevo logo de El País y mi propuesta

El acento en el nuevo logo del diario El País se ha convertido también en el símbolo de la renovación del periódico de PRISA. Pero el otro día cuando vi por primera vez la tilde que se había colocado no acabó de convencerme. Ese pequeño triangulito creo que rompe un poco la austeridad del logo, de un símbolo. He estado haciendo algunas pruebas recreándolo con su tipografía, la Clarendon LD Std Roman, incluyendo la tilde correspondiente del tipo. Es cierto que descuadra un poco todo el conjunto, pero me parece más coherente que colocar un añadido que rompe el estilo del logo.

19 de octubre de 2007

Publicidad en Zamora a comienzos del siglo XX (II): Viajes

Desgraciadamente, la situación económica española de las primeras décadas del siglo XX era crítica. Mientras algunas zonas comenzaban a industrializarse, en las regiones rurales el hambre y la falta de perspectivas eran una constante. Muchos tuvieron que emigrar a otras tierras en busca de una vida mejor o simplemente de una forma de ganarse la vida. Revisando la hemeroteca digital de El Heraldo de Zamora queda en evidencia esta realidad. Sobre todo en los últimos años del siglo XIX y los primeros del XX, los anuncios de viajes hacia la tierra prometida, ya sea Brasil, Cuba, Argentina o los Estados Unidos, eran abundantes y copaban casi todas las zonas dedicadas a la publicidad.

Grandes veleros, vapores transoceánicos que tardaban semanas en cruzar el Atlántico. Barcos que muchos zamoranos tomaron en los puertos de Coruña o Vigo, con poco equipaje y sin billete de vuelta. He recopilado algunos de estos anuncios que hoy nos recuerdan, más que nunca, a otros tiempos.

‘Compañía de Vapores-Correos De La Mala Real Inglesa’ (1901). Embarcaciones con nombres como Nile, Thames, Danuba o Clyde comunicaban España con Pernambuco, Bahía, Río de Janeiro, Montevideo o Buenos Aires. En llegar a tierras americanas tardaba 13 o 15 días:

‘Antonio Conde, Hijos. Chargeurs Reunis‘ (1904). De nuevo cargueros hacia Montevideo, Buenos Aires y diferentes ciudades costeras brasileñas. La ‘Línea de Vapores de Arrotegui’ comunicaba mediante una línea regular España con Cuba. «Admiten carga y pasajeros a los que se da un trato esmerado, con vino y pan fresco en todas las comidas y asistencia médica gratuita. A los pasajeros de 3ª clase se les permite pasear por el buque de popa a proa sin obstáculo alguno»:

‘Hulder Line’ (1906). Se aseguran «viajes rápidos y económicos» hacia Buenos Aires y Montevideo. De nuevo «el pasaje de tercera disfruta cómodo alojamiento, buena cama y comida sana y abundante». El pasaje tenía un coste de 201 pesetas, una auténtica fortuna por aquel tiempo:

‘R.P. Houston & Cº’ y ‘Compañías Hamburguesas’ (1910):

‘Compañía del Pacífico’ (1915):

‘American Line’ (1920). A partir de los años veinte, uno de los destinos más prometedores eran los Estados Unidos. La línea Vigo-Nueva York se anunciaba a comienzos de la década en la prensa zamorana. Sus barcos eran «de gran porte y lujo». Viajar en primera clase costaba entre 1490 y 5000 pesetas y en tercera el precio iba desde las 373’35 hasta las 565’75 pesetas:



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