Demasiado bonito para ser cierto
Eso fue lo que pensé cuando hace aproximadamente dos años saltó el que podría haber sido el notición arqueológico de las últimas décadas. Me refiero al descubrimiento en el yacimiento arqueológico alavés de Iruña-Veleia de unas cerámicas datadas entre el siglo III y el VI. Lo que había grabado en su superficie era, ni más ni menos, que un calvario tal y como nosotros lo conocemos: tres cruces y tres cuerpos crucificados, toscamente inscritos, y con la leyenda «RIP«. Por si esto fuera poco, también se hallaron palabras en euskera y latín y jeroglíficos egipcios.
Aunque durante estos dos años no ha trascendido nada a los medios, algunos expertos como el lingüista Joaquín Gorrochategui dio la voz de alarma poco después de los hallazgos al analizar las inscripciones en euskera. Advirtió que las palabras encontradas tienen formas muy similares a las actuales. Pero no ha sido hasta este año cuando se ha destapado el pastel. El 1 de noviembre, el diario El Correo publicaba un artículo donde el arqueólogo Martín Almagro Gorbea calificaba de «falsificación burda» los hallazgos de Iruña-Veleia. A partir de aquí un cruce de acusaciones entre un lado y otro, interposición de querellas y demás trifulcas. Al final, el director de las excavaciones, Eliseo Gil, comunicó en una rueda de prensa multitudinaria el 20 de noviembre, ser víctima de un engaño, con lo que implícitamente se dio definitivamente por falsos los hallazgos.
Todo esto da mucho que pensar. El cóctel compuesto por política, turbias influencias, venganzas y negligencias resulta ser explosivo y complejo. Aún no se sabe quién fue el autor de todo este follón ni cual ha sido el motivo. Unos apuntan al nacionalismo y a sus «arquéologos oficiales» que buscan (o fabrican) a toda costa evidencias palpables del origen ancestral de la cultura vasca. Otros hablan de venganzas personales, de bromas… Cualquiera sabe… Quizás algún día conozcamos la verdad. Lo único cierto es que ha quedado en entredicho los métodos científicos utilizados por algunos arqueólogos y los sistemas de datación de los restos… Y para terminar una reflexión inquietante: ¿Cuántos descubrimientos arqueológicos que actualmente están en los museos, y que ahora damos por sentados, son como mínimo cuestionables?
Actualización de 6 de diciembre: Casualidades de la vida. El País publica hoy un reportaje sobre el tema.